Este domingo celebramos el Día del Padre. Muchas felicidades y reciban mil bendiciones. En los últimos años, ha existido una tendencia negativa a nivel mundial de cuestionar y menospreciar la figura paterna en la familia. Existe una fuerte creencia de que los hijos pueden crecer y desarrollarse íntegramente aun con la ausencia paterna.
La presencia del padre en la educación y crianza de los hijos es vital e irremplazable. Los padres aportan una perspectiva diferente y complementaria a la de la madre, lo que permite a los niños tener una visión más amplia y equilibrada del mundo. Además, los padres pueden ser un modelo a seguir para sus hijos, y su presencia y atención son cruciales para el bienestar emocional y psicológico de los niños.
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Los padres también tienen un papel importante en la enseñanza de habilidades y valores clave, como la paciencia, la responsabilidad y el respeto por los demás. Además, su apoyo y comprensión son fundamentales para que los niños desarrollen una autoestima positiva y aprendan a enfrentar los desafíos de la vida con confianza.
La presencia del padre en la vida de los hijos también tiene un impacto positivo en la estabilidad emocional y económica del hogar. Los niños que crecen en familias con una figura paterna presente tienden a tener mejores resultados académicos y menos problemas de comportamiento que aquellos que no tienen esa presencia.
Las consecuencias de los problemas emocionales de las niñas sin padres están bien documentadas en la literatura académica. La ausencia o presencia de padres ha sido implicada en la vulnerabilidad de las adolescentes a la angustia psicológica, la actividad sexual temprana, los síntomas depresivos y el comportamiento problemático. La maduración temprana, las asociaciones de amigos mixtos, el conflicto padre-hija, el control psicológico y la ausencia biológica del padre se encuentran entre los factores específicos que afectan a las niñas más que a los niños en este contexto.
El artículo titulado “Coming Of Age Too Early: Pubertal Influences On Girls’ Vulnerability To Psychological Distress”, publicado en la revista Child Development, afirma que las niñas que crecen sin la figura paterna maduran más pronto y experimentan niveles significativamente más altos de angustia psicológica en comparación con adolescentes que tienen a papá en casa. Los investigadores encontraron que el uso del control psicológico por parte de los padres afecta significativamente el bienestar subjetivo de los adolescentes.
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Innumerables estudios han demostrado que la falta de paternidad tiene un impacto extremadamente negativo en la autoestima de las hijas. Su confianza en sus propias habilidades y valor como ser humano puede verse muy disminuida si su padre no está allí. Académicamente, personal, profesional, física, social y románticamente, la autoestima de una mujer se ve disminuida en cada entorno si no forma una relación sana con su padre. Otra consecuencia de padres ausentes es que es difícil construir y mantener relaciones sociales. La Dra. Pamela Thomas, en su libro “Hijas sin Padre”, afirma que las mujeres que crecieron con padres ausentes encuentran difícil formar relaciones duraderas. Debido a que fueron marcadas por el rechazo de su padre, no quieren arriesgarse a salir lastimadas de nuevo.
No es sorprendente que las niñas que crecieron con padres que estaban ausentes, emocional o físicamente, tengan más probabilidades de luchar contra la depresión como adultas. Debido a que temen el abandono y el rechazo, estas mujeres a menudo se aíslan emocionalmente. Evitan las relaciones románticas saludables porque no se sienten merecedoras y temen ser lastimadas, pero pueden saltar a relaciones poco saludables que finalmente conducen a la angustia.
Así pudiera continuar con más consecuencias emocionales cuando los padres están ausentes de las familias, especialmente en las niñas, como problemas alimenticios, inicio temprano de su vida sexual, fracaso y abandono escolar, etcétera. Revaloremos la función del padre en casa y no solamente como proveedor, sino como constructor de una vida más saludable para los hijos.