Magia en los vinos de Coahuila
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Una tarde, después de que José Trillo me invitó a realizar una barbacoa en el pozo que hizo para este menester en su próxima Bodega Guidova, hicimos una gran ceremonia con sus colaboradores. Al final nos quedamos sentados frente a un espectáculo de luna, viendo la grandeza de la vida. Platicar con un alma vieja es más que interesante, dialogar con el agrónomo y enólogo es un viaje.
Un hombre más que sencillo y sensible de lo que la gente imagina. En otra ocasión íbamos en la carretera y me dijo: “El vino le gustó a mi padre (lo honra), eso para mi es mi mayor logro”. Escuchar eso me hizo entender el amor en cada ejecución de sus vinos.
Conozco de cerca al amigo, al ser humano antes que al profesionista ¿Y qué se necesita para ser un creador de vinos aparte de la uva? Conexión. Esta línea invisible que pocos ven pero que ahí esta.
Ingeniero agrónomo, nacido en Valladolid España, haciendo sus primeros pasos en este camino en Vega, Sicilia, emblema del vino, y además de que estudió en la Universidad Politécnica, dónde también hizo una maestría en enología y vitivinicultura.
Con ocho años de trayectoria como director técnico de Bodegas del Viento, Tribos y Los Cedros, decide emprender en la tierras que él mismo eligió para cumplir su sueño: Hacer vinos de innovación y calidad respetado la tradición. Ahora co-propietario de GUIDOVA, vinos de alta gama, crianza con la paciencia de los sabios, crea un vinos elegantes, robustos pero sutiles a la vez, como GUIDOVA 30. Treinta meses en barrica y un año en botella.
Petite Verdot, Cabernet Franc, Cabernet sauvignon y shiraz, la carga tánica es casi invisible, fácil de beber, con aromas que cuentan la historia de un vino con treinta meses en barrica. Para maridar aquí si le pondría un buen Bife termino medio, con una guarnición de papas a la crema, con una carga de mantequilla, pero una buena mantequilla, además de su perejil picado, sal de mar y pimienta.
El Malbec de esta bodega es el mejor Malbec de México, calificado por la Guía Peñin. Y con las notas de un buen Malbec, vino monovarietal. Con crianza, con notas frutales de bosque maduras, especiado y alguna que otra nota floral, que sin duda disfrutaría con gran estofado de cerdo. ¡Imagínate esa combinación!
Y creo que ambos con postres chocolatosos y cremosos. Podría pensar en ese Malbec maravilloso acompañado por una lengua de res horneada.
Puedo ver en el Valle del Huachichil la sensibilidad de José Trillo, me índica que es un creador inagotable, un artista, un hombre amoroso con la Vid, un profesional que no olvida los mandamientos de la naturaleza y eso se ve reflejado en sus vinos, en su sello personal ya que es asesor de más de catorce viñedos. Hombre de familia, recién estrenado padre de un hermoso bebé y de la mano de la enóloga Lucía García. Todas las fuentes de inspiración para que siga haciendo magia en tierras de Coahuila para el mundo.