Manolo Jiménez: Las sorpresas del Primer Informe de Gobierno

Opinión
/ 2 diciembre 2024

Aplaudí los logros de del gobernador de Coahuila en seguridad pública, inversión y empleo; su trabajo en esos rubros es incuestionable

Llegué retrasado al Teatro del Parque las Maravillas. Mientras entraba, salían cientos de personas de extracción popular.

Entré por la puerta 1 para encontrarme con reporteros, conductores de radio y televisión, entre otros. Saludé a varios de ellos y me percaté que la visión era lateral. Veíamos a Manolo de perfil, sin alcanzar a mirar las pantallas detrás de él.

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Pregunté a un amigo reportero si el Informe había iniciado tarde y me lo confirmó. Insistí en la razón y me respondió: “es que llegaron cientos de personas de las colonias populares a vitorear a Humberto. No sólo eso, continuó, decenas de funcionarios públicos del mismo gobierno de Manolo se levantaron como resorte para abrazarlo o tomarse una ‘selfie’ con él”.

En ese momento, Manolo decía a pulmón abierto las palabras que a lo largo de su informe se convertirían en su mantra: “Coahuila, rumbo, juntos, coahuilenses, pa’ delante y pasos de gigante”, con la automática aclamación (trompetas incluidas) de las personas de clase popular ubicadas hasta mero atrás del anfiteatro y que ponían sus gargantas al límite al gritar: “¡Gobernador! ¡Se ve, se siente Manolo está presente!”, entre otras proclamas.

Salí del espacio de medios de comunicación para tener una visión integral del evento. Mientras caminaba aplaudí los logros de Manolo en los tres ejes de la columna vertebral de nuestro estado desde 2011 a la fecha: seguridad pública, inversión y empleo. Porque su trabajo en esos rubros es incuestionable; además, es la razón por la cual los coahuilenses votamos por él.

Mientras escuchaba el vínculo con Texas, me preguntaba sobre la utilidad práctica del mismo, más allá de refrendar el acuerdo realizado entre el gobernador republicado de Texas, Greg Abbott, y el exgobernador de Coahuila, Miguel Riquelme: contener la migración y parar el tráfico de fentanilo.

Le comento esta inquietud a un amigo ahí presente y me responde con rostro solemne: “igual, el único objetivo era convertir a Saltillo en la capital del Rodeo, por lo pronto”.

Era el minuto 38 y Manolo cerraba su informe con estas palabras: “¡Qué Dios Bendiga a Coahuila y a nuestra gente! Aquí todos vamos pa’ delante, a paso de gigante” (vítores desde mero atrás).

El conductor agradece a los asistentes por acudir al Primer Informe ciudadano de Manolo. Y me interrogo: ¿dónde estuvo el ingrediente ciudadano en este ejercicio −tan ejecutivo− de rendir cuentas −de manera tan general− a los coahuilenses?

Lo pregunto por ser un tema repetido hasta el cansancio por la narrativa oficial. Sin embargo, el Teatro del Parque Las Maravillas estuvo poblado por las mismas personas de siempre, aunque con distintos rostros: ahí estuvieron presentes integrantes de las élites −política y económica− de las cinco regiones, funcionarios públicos de menor rango y acarreados priistas de las colonias populares. Nada menos. Nada más.

Quizá la exigencia de acudir al Informe con vestimenta casual podría imaginarse como un esfuerzo de “ciudadanizar” el evento, aunque POLITICÓN comentó ayer que Mary Telma Guajardo, comadre de Humberto y Rubén Moreira, y su hijo (flamante secretario de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial del gabinete de Manolo) tomaron a pecho la recomendación: ella llegó con “pants y tenis” (de marca, imagino) y él con “un traje visiblemente arrugado” (seguro, también de marca).

Esa es todavía una asignatura pendiente para el equipo de Manolo, entre otras: empatar la narrativa oficial con la realidad de los hechos.

Desde atrás miraba el final del Informe, ya dividido en dos conglomeraciones de personas: las que buscaban el abrazo y “la selfie” con Manolo y aquellos que pretendían alcanzar el mismo objetivo, pero con Humberto.

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El exgobernador no llegó de casualidad. Estaba ahí para ratificar su sabida cercanía con Manolo. Para que este marcara distancia con los exgobernadores Montemayor, Martínez, Rubén y Riquelme (que no asistieron o no fueron invitados). Y, para confirmar que Manolo piensa que Humberto puede ser una mejor guía para su futuro que el mismo Alito y el PRI federal.

Maravillado de tantas sorpresas, con ese pensamiento abandoné el teatro.

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