Mirador 17/07/2024
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Este amigo mío con el que tomo la copa –varias– los martes por la noche perdió una vez toda su fortuna por causa de una mujer.
-No me importó –declara–. Es de caballeros arruinarse por una dama.
Yo he bebido quizá un trago de más, y pienso que tal cosa no es de caballeros, sino de pendejos. No se lo digo, porque él ha tomado quizá dos o tres tragos de más, y eso hace que cualquier hombre se ponga o demasiado sentimental o demasiado violento, y no sé a cuál de los dos extremos he de temerle más.
Guardo silencio, pues. Mi amigo me pregunta:
-¿Tú nunca te arruinaste por una mujer?
Respondo:
-Nunca.
Y él me dice:
-Te acompaño en tu sentimiento.
O él ha bebido esta noche dos o tres tragos de más o yo bebí en la vida dos o tres tragos de menos.
¡Hasta mañana!...