Nuevo dicharachos
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Tiempo hay para todo, hasta para perderlo.
Regocijadamente lo pierde este Cronista en la búsqueda deleitosa de proverbios, máximas, sentencias, dichos y dicharachos de todo jaez con los que alarga su repertorio de apotegmas salidos del genio popular.
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He aquí algunos de los que últimamente el amanuense ha espigado:
“Para el amor y la muerte no hay caja fuerte’’.
Significa que en cosas de amor no hay nada seguro, como no hay seguridad tampoco en cuanto al día y la forma en que habremos de acabar la vida.
“¡Qué miedo le tengo a un cojo tumbándole la otra pata!’’.
Quiere decir, a mi entender, que todo trabajo comenzado debe ser acabalado.
“Malo cuando la gallina canta y el gallo cacaraquea’’.
Expresa que las cosas no van bien en una casa donde la mujer tiene sometido al hombre.
“Este cabrón trae huaraches, y me viene a taconear’’.
Es la exclamación de alguien que se siente agredido por persona de menor calidad que la de él.
“Si nos hemos de morir, ya vámonos enfermando’’.
Es un modo de decir que lo que se debe hacer debe hacerse pronto.
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“Cuando a dos se les compara, uno de los dos repara’’.
Es otra manera de indicar que todas las comparaciones son odiosas.
“El que compra barato, compra a cada rato’’.
Manifiesta lo mismo que aquello de “Lo barato sale caro’’. Otra forma hay de decir lo mismo: “Sale más cara una gorra que un sombrero galoneado’’.
“Parece enchilada gringa: pintada, pero no pica’’.
Alude a una mujer muy maquillada, pero carente de gracia y salero.
“Tú te das golpes de pecho nomás cuando te atragantas’’.
Hace referencia a los hipócritas que le rezan a Dios sólo en los momentos de apuro.
“Para una mujer de rancho, un hombre de sombrero ancho’’.
Cada quien debe buscar, para casarse, persona de su propia condición.
“Lo que quieras de la cerca, pero de la huerta nada’’.
Lo dice donosamente una muchacha a su galán para indicarle que en sus caricias amorosas no debe pasar de la cintura para abajo, ni menos aún llegar al último de los extremos. (De los abracijos nacen hijos).