Amor Real

 La historia del Príncipe Harry y Meghan Markle, pareciera amor y a mis ojos lo es, pero solo los protagonistas de la historia lo saben con certeza. Mucho lo llaman cuento de hadas , contrato o actuación para que la Corona no pierda popularidad en nuestros tiempos ya que es ridículo que siga exigiendo una monarquía, pero bueno ese es otro tema, existe y ya. Es por eso que hoy te hablo de esta lección que nos da Meghan Markle y nos recuerda que el ser nosotros mismos puede hacernos brillar más fuerte que cualquier monarquia y cualquier corona. No se con exactitud que es lo tienen las bodas reales, probablemente es la magia que las envuelve y la sensación de que un cuento de hadas se hace realidad, o tal vez es la idea que al ser espectadores nos sentimos partícipes. Meghan Markel, que desde antes de anunciar su compromiso con Harry me parecía estupenda como actriz y como feminista de hueso colorado que es ¿Pero como parte de la realeza? Jamás.

Nunca me cruzó por la mente que una mujer mayor que el príncipe, nacida en Los Ángeles, divorciada, con padres divorciados, de ascendencia afroamericana y actriz que con todas esa cualidades o más bien defectos al ojo de la Corona lo ha logrado se ha casado con el soltero más codiciado de la década y al parecer en sus propios términos. Bueno, en sus propios términos aparentemente por que ha tenido que dejar su blog, su cuenta de Instagram que contaba con más de 111 millones de seguidores, así también dejando cualquier tipo de red social, su carrera de actuación, religión ella es de origen catolica y ahora es bautizada en iglesia anglicana, también dejará su línea de ropa diseñada para Reitmans entre otras cosas. Una decisión fuerte pero Ella misma ya había hablado en su primera entrevista junto a Harry de todos estos cambios que debería afrontar en su nueva vida. “No lo veo como algo malo, lo veo como un cambio. Es un capítulo nuevo, ¿no? Ahora es el momento de trabajar en equipo contigo”, afirmó. Meghan representa esperanza para mujeres cuyas vidas se ven afectadas por el divorcio o mujeres de distintas razas que son menospreciadas por su tono de piel.

La marca personal de Meghan Markle claramente representa los derechos de la mujer y la equidad de género. Para mi su historia es un ejemplo y un recordatorio de que todo se puede lograr, que no existen barreras y que si te propones algo sea cual sea tu posición económica , sexo, raza o cualquier meta es y siempre será alcanzable. Ella destruyó los estereotipos y las reglas de la corona británica una de las instituciones más jerárquica , cerradas y viejas del mundo. Con dos vestidos polémicos uno para la ceremonia religiosa diseñado por Clare Waight Keller, primera mujer al frente de Givenchy, ha sido la encargada del sencillo diseño. Que me pareció muy sencillo y un poco aburrido pero que hizo honor a un vestido minimalista que recuerda a una creación vintage del maestro Hubert de Givenchy.

El segundo vestido que utilizó para la fiesta privada fue un diseño de Stella McCartney sencillo y elegante en tipo halter, sencillo pero impresionante y a mi gusto un poco más glamorosos combinándolo con un anillo azul perteneciente a lady Di en representación de la “something blue” que toda novia debe llevar. Su atuendo sencillo fue muy criticado pero al final eso deja de importar por que realeza , plebeyos, artistas, con vestido o sin vestido , nos encantas esta historia que quisiéramos se hiciera realidad para todas, encontrar nuestro príncipe, no sentirnos solos para así bailar con alguien que se sienta suertudo de tenernos en su vida. Como lo dice la canción “i Wanna Dance with Somebody (Who Loves Me) canción con la que abrieron pista los duques de en su tan polémico enlace.

Nos vemos en la próxima columna de “La Moda En Rosa” y hasta entonces sé feliz! Instagram: @rosclaudia