Congruencia y no apariencia
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Con independencia de lo que el presidente Trump diga, disponga y quiera en su actual coyuntura electoral; en México, toda persona por el sólo hecho de estar en su territorio, es sujeta de la protección y reconocimiento más amplio de sus derechos humanos universales, sin importar su origen, nacionalidad, sexo, raza, edad, color de piel, idioma, religión, orientación política o sexual.
Esto quiere decir que, si un hondureño o un grupo de hondureños muy nutrido, solicitan asilo en México, o bien se internan dentro del territorio nacional de manera ilegal, sus derechos humanos siguen intactos y deben ser respetados.
Esto lo dice la ley, pero también ha sido una tradición importante de nuestra política exterior de puertas abiertas al que necesita de nuestro apoyo y cobijo, dadas las circunstancias en las que se vive en su lugar de origen, como fue el caso del exilio español con el franquismo, o el exilio chileno y uruguayo, con las dictaduras de Pinochet y Bordaberry. Tradición que por cierto nos ha ganado respeto internacional, por ser un país que ha privilegiado la solidaridad, el apoyo humanitario y la protección de los derechos humanos en este rubro.
Así que dar la bienvenida con una valla de 500 policías federales y con gas lacrimógeno, no es precisamente muy congruente con lo que dice la literalidad de la Constitución en diversos artículos, así como otros tratados internacionales de los que México forma parte, aunque se justifique que dicha acción, fue para “defender soberanamente la política migratoria del país.” En apariencia suena bien, pero no es consistente con lo que dice la Constitución y con lo que pedimos a nuestros vecinos del norte para defender a nuestros paisanos. Hasta por sentido común, no hay que hacer, lo que no nos gusta que nos hagan, y más cuando hay serias amenazas de que en caso de que Trump mantenga su mayoría en el Congreso, habrá de impulsar una legislación migratoria mucho más severa y restrictiva. ¿Con qué autoridad vamos a pedir en foros nacionales e internacionales, lo que no podemos ofrecer?
Sobre la hipótesis de que en este grupo hay integrantes de la temida pandilla, de los mara salvatrucha, o de que todos, sin excepción alguna, son “criminales bien curtidos”, es una posibilidad difícil de probar, pero aún en ese extremo, no se les puede negar derecho alguno, y menos para que sean prejuzgados o discriminados por su apariencia o por la manipulación de imágenes de la que hace uso la tv derechista en EU, como es el caso de Fox News.
En próximas fechas, nuestro sistema constitucional estará a prueba, para demostrar que nuestros principios y derechos en materia migratoria son ciertos, y que contamos con plena capacidad, para tomar nuestras propias decisiones, sin que medie presión alguna, para hacer valer los derechos de asilo, presunción de inocencia, libertad de tránsito o del debido proceso de ley. Que los derechos humanos de toda persona, están plenamente garantizados por las diversas instancias de autoridad, sean estas municipales, estatales o federales, del orden legislativo, ejecutivo, judicial o de los órganos autónomos del Estado.
Me cuesta trabajo aceptar que de manera espontánea y muy organizada, casi tres mil hondureños se trasladan a EU, para pedir asilo en busca de mejores oportunidades. Me cuesta trabajo, cuando faltan dos semanas para las elecciones que habrán de renovar la totalidad de la cámara baja y una parte del senado de EU. En el caso de que sea un éxodo real y no manipulado, tiene todos los elementos para fortalecer el discurso de odio, xenófobo y discriminatorio que ha utilizado Trump, para unificar a un grupo importante de electores, que le han dado la presidencia y la mayoría en el Congreso.
Sea cual sea la intención y origen de este suceso, también se presenta la oportunidad para dejar un precedente que fortalezca a futuro, la posición del gobierno para defender los derechos de nuestros paisanos radicados en EU. Claro está, se necesita más congruencia y menos apariencia.
Twitter: @Jorge_IslasLo