Constituyentes

Politicón
/ 15 mayo 2016

¿Acaso alguien duda que el tema a combatir en la CDMX —y en todo el país— es la corrupción? Creo que nadie. Como lo comentaba en una pasada entrega de esta columna, la palabra misma, “corrupción”, es la percepción más reiterada en la encuesta sobre la visión de la Ciudad que propone el mismo jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera. 

En estos días en que a nivel nacional se discute —o quizá “jalonea” es un mejor verbo— la propuesta para hacer las leyes que harían realidad el Sistema Anticorrupción a nivel nacional, es buen momento para revisar las propuestas de distintos posibles constituyentes para la Ciudad de México. 
Berta Luján, de Morena; Santiago Creel, del PAN; Enrique Jackson, del PRI y Miguel Ángel Velázquez, candidato externo del PRD, comentan sobre lo que ellos consideran los puntos ineludibles para atacar en la redacción de la Constitución de la Ciudad de México. 

Berta Luján: autonomía fiscalizadora y participación ciudadana. La ex contralora del DF en tiempos de AMLO hace énfasis en dos temas: que hay que elevar a la Constitución la figura de contraloría ciudadana que ya está en la ley de participación ciudadana (mediante cargos honorarios de profesionistas y ciudadanos intachables) y que hay que crear un órgano fiscalizador autónomo e independiente, además de la contraloría. También habría que pasar al Poder Judicial el tema de las denuncias que resulten de las auditorías. 
Luján insiste en dos tiempos en los que se debe dar la vigilancia para evitar la corrupción: no sólo auditorías (que se hacen después), sino la vigilancia durante el ejercicio del gasto público y la participación ciudadana sobre lo que se va hacer. “Esta figura de participación ciudadana tiene que ser con lo que se está haciendo: influir en lo que se está haciendo ahorita. Ponerle ojos y oídos a la obra pública no sólo en montos, sino en la calidad de la obra”. 

¿Cómo hacer este órgano autónomo, quién debería liderarlo? Luján propone que sea alguien electo, a propuesta de organizaciones de la sociedad civil o grupos de profesionistas, por la Asamblea de la Ciudad. 
Luján adelanta (Morena presentará su propia iniciativa de Constitución, algo que ningún otro partido está haciendo) que están buscando los huecos que permiten la impunidad en la Ciudad para proponer cosas específicas. Las mismas sanciones no se cumplen. “No se trata de hacer un Estado policía, pero sí de eficacia en la sanción”, dice. 
Interesante: sólo está a favor de presentar la declaración patrimonial del servidor público, no de su familia completa y que sí sea pública. También que se declaren los intereses que pudiera tener. 
Santiago Creel. Un triángulo: transparencia, rendición de cuenta y responsabilidades claras. Todo comienza, dice Creel, con la obligación de la transparencia total: no sólo el dinero invertido en todo, sino de las decisiones que se toman en el gobierno, de las alcaldías, en el Poder Legislativo e incluso en el Judicial mediante la publicación de minutas detalladas (¿por qué decidieron así?). Por supuesto la publicación de beneficiarios de programas sociales, porque si no se presta a creación de clientelas partidistas. 

Transparencia que además tiene que evaluarse, como que el gasto social deberá ser medido por instancias como Coneval para asegurarse de que sirve y si no, cambiarlo. 
Luego, rendición de cuentas pleno: no sólo que los funcionarios digan qué hicieron, sino que esto pueda ser verificado. 
Los dos puntos anteriores llevan al tercer vértice: la responsabilidad. “Cada servidor público debe tener responsabilidades precisas, de tal manera que se pueda responder a una pregunta básica: ¿quién es responsable de qué? Si se comete un delito en una calle, sabemos que esa calle es parte de un cuadrante, a cargo de un policía, que tiene un comandante y sabemos la cadena de mando. Si vemos que hay problemas de delincuencia en esa zona: hay un responsable”. 

En la propuesta del PAN también está la creación de una Fiscalía Autónoma independiente, sujeta a su vez a un consejo ciudadano. El nombramiento de ambos, fiscal y consejo, sería mediante consulta popular. 
¿Y el 3de3? “En principio sí, hay que ver detalles, pero digamos que yo apoyo la propuesta de las organizaciones a nivel nacional. La que no está pasando”. 
Miguel Ángel Velázquez: atacar a los corruptores y no sólo a los corrompidos. “Como muchas cosas que suceden en este país, en la corrupción sólo observamos la última parte de la cadena. Decimos: ‘hay que meter a la cárcel a tal que es corrupto, porque se robó esto o lo otro’, pero lo que no queremos ver es de dónde viene la corrupción. Esa práctica, perdón, quien la lleva es la iniciativa privada”, dice Velázquez. 

El candidato externo del PRD propone que en la Constitución también se fiscalice, de alguna manera que hay que discutir y diseñar con especialistas en Derecho, a los corruptores (las empresas) y no sólo centrarnos en los corrompidos (los funcionarios públicos que no niega que son muchos). La corrupción es tan generalizada, sostiene, que incluso empresas ya tienen un presupuesto para dar moches y es quien más da quien se queda con el contrato. 

Le pregunto si habría que aplicar una suerte de 3de3 preventivo a empresarios. Dice que sí, que hay que estudiarlo. “Que cada empresa que llegue a pedir un contrato al gobierno, además de la experiencia que tenga y todo, presente algo que asegure que no tenga dinero mal habido. Luego salen casos de colores o sin colores y nadie dice nada”.

Velázquez hace énfasis en la imposibilidad que hay de conocer quiénes son los dueños de las empresas, eso también hay que transparentarlo. Pone como ejemplo el caso de las empresas mexicanas balconeadas en los Papeles de Panamá. Claro, también está de acuerdo en que hay que meter a la cárcel a los que se corrompen, pero sin dejar de tomar en cuenta la otra parte. No tiene buena opinión de los servidores públicos en general porque entre ellos ya no hay “moral” ni vocación de servicio. 

¿Qué hacer ahí? “Hay que replantear la vocación de servicio pero es difícil porque pongas los candados que pongas, visualices con las lupas que quieras, si quieren cambiar su vida mediante la corrupción, lo van a hacer. Pero si no hay posibilidad de obtener dinero, te tienes que poner a trabajar”. 

Enrique Jackson: el espejo de la actual discusión nacional. Cauto —porque dice que la propuesta final de su partido se está aún aterrizando— Enrique Jackson asegura que más allá de “parches”, hay que hacer todo un Sistema Anticorrupción integral para la Ciudad de México. Destaca que además de las instancias que habría que crear o modificar también hay que hacer un trabajo importante en la prevención de la corrupción. 
“Tenemos que usar como referencia lo que suceda a nivel nacional ya sea para replicar lo que satisfaga o mejorarlo para subsanar insuficiencias u omisiones. Es un buen espejo para ver si somos capaces de hacerlo mejor”, dice. 

Eso sí, accede a contar algunas generalidades. Como que, en el tema de prevención, además de la transparencia, es muy importante tomar en cuenta las muchas oportunidades de extorsión que brinda un sistema laberíntico de trámites que se da, sobre todo, en las delegaciones que se volverán alcaldías. 

Que sin duda hay que promover la participación ciudadana a través de diversas figuras, pero a través de ciudadanos con probada capacidad, formación, hoja limpia de antecedentes y no sólo “mediante un sistema de llamadas anónimas”. 

¿Un 3de3? Sí, pero no público. Es su postura personal. Por seguridad y por respeto a la privacidad de datos. Que tengan acceso a toda la información las autoridades encargadas todo el tiempo, pero sólo ellas. En caso de una investigación por supuesto que no debe prevalecer secreto bancario ni fiscal. 

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