Desintoxicación digital

En el cumpleaños de mi cuñado, me reencontré con Gaël: un francés trotamundos, director de cine y amante de México. Cuando me escuchó hablar de la intensión de cerrar mi Facebook, porque me sentía agobiada por mis excesos en redes sociales, dijo en su cuasi perfecto español gutural: “no lo cierres, desconéctate unos días y empieza una desintoxicación virtual paulatina hasta que aprendas a tener el control; es lo de hoy”.

En la reunión habíamos puros cuarentones y uno que otro colado de treinta y muchos. Ninguno estaba embobado en el celular y participamos activamente en la charla. Claro, pensé, es fácil para los inmigrantes digitales que crecimos sin tecnología y sin la presión social de pertenecer a una red; pero, ¿qué hay de los nativos digitales que no conciben su cotidianidad –qué digo cotidianidad, ni una hora– sin un aparato electrónico?

Pues no crean, las nuevas generaciones también se estresan por el exceso del uso de dispositivos electrónicos conectados a la red. ¿Qué hacer, sobre todo aquellos que somos profesionistas y que parte de nuestro trabajo consiste en estar conectados? ¿Cómo frenar el exceso sin dejar de usar dicha herramienta?

Aprovecha la adicción e infórmate. En internet hay amplias referencias de expertos que nos dicen cómo el someter el cerebro al diario multitask e infoxicación (intoxicación por exceso de información) –propios del mundo cibernético– merman la capacidad de atención en lo que verdaderamente importa.

No te espantes y llévalo con calma. No digo que te despidas de Facebook, Twitter ni Instagram. Sugiero que, si te descubres más horas de las que dispones en redes sociales –y eso te distrae, desgasta y disminuye tu productividad laboral– hagas un alto en el camino y reduzcas poco a poco el uso de aparatos electrónicos, hasta que tengas el control y retomes el equilibrio. Finalmente estamos inmersos en la era digital y necesitamos la tecnología.

Sacude tus sentidos. Sin notarlo, incluso los que nos aferramos a lo análogo, solemos usar indiscriminadamente la tecnología digital para conversar con los amigos o familia y para trabajar. Identifica el momento en el que navegar en internet por gusto, chatear o incluso trabajar haciendo uso de la red te cansa, te bloquea y no te permite avanzar ni concluir tu trabajo, y suspende.

Empieza la desintoxicación con reducción de horas. Comienza por desconectarte de la red por algunas horas, luego prueba un día, luego un par (estas dos últimas opciones pueden ser en sábado y/o domingo); atrévete después una semana (por ejemplo durante unas vacaciones). Notarás los beneficios de no ser esclavo de los aparatos electrónicos.

Regresa al origen. No siempre has estado conectado a una red. Antes no necesitaste que Facebook te recordara cumpleaños de amigos, o que Instagram te contara qué pasa en el mundo a través de fotografías. El contacto directo con familia, amigos, pareja y colegas conlleva un benéfico para el funcionamiento óptimo de tu cerebro; ¡aprovéchalo! 

Dominio Comunicación: Comunicación efectiva para tu vida personal y profesional. (55) 2212 7220.