El sismo de la corrupción
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¿De qué manera la corrupción aumentó la destrucción de los cataclismos recientes sufridos en nuestro País? ¿Hasta qué grado llegó su corresponsabilidad?
En ese sentido, tres preguntas del cataclismo del 85 resurgirán en 2017: ¿qué dolores ocultos o injusticias guardan la CDMX y los cientos de municipios afectados de Oaxaca, Chiapas, Morelos, Guerrero, Puebla y Estado de México?
¿Nos ocultarán las autoridades el número de víctimas real? En el terremoto del 85 el conteo oficial arrojó la cantidad de 12 mil 843, cuando organismos civiles apuntaban cifras mayores a 40 mil defunciones.
¿Sabremos con precisión el número de construcciones colapsadas? ¿Seremos informados de construcciones derrumbadas en las cuales pudo haber trabajadores hacinados, desprotegidos y explotados?
¿Aprenderemos sobre edificaciones que fueron construidas por empresarios o autoridades gubernamentales sin cumplir con la normatividad anti-sísmica en la CDMX y, de manera particular, en los municipios de Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Morelos, Puebla y Estado de México?
¿Cuál será el veredicto de la escuela primaria Enrique Rébsamen, cuya delegada de Tlalpan y virtual candidata de Morena a la jefatura del Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, permitió que la propietaria de la escuela construyera su domicilio particular sobre las aulas del colegio? ¿Qué conoceremos del Tecnológico de Monterrey Campus CDMX, donde hubo cinco estudiantes muertos y 40 personas heridas por el sismo?
De igual manera, ¿cuál será la sentencia para los cientos de Centros Comunitarios, Centros de Salud, escuelas o edificios públicos afectados en los municipios de Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Morelos, Puebla y Estado de México?
Cierto. De 1985 a 2017, nuestro País mejoró las normas de construcción; fortaleció la protección civil y recibió con mejor disposición la solidaridad de la sociedad civil; sin embargo, los corruptos permanecieron.
¿Sabremos quiénes fueron? ¿Cómo podemos iniciar un duelo por nuestra terrible pérdida sin que los corresponsables de nuestro sufrimiento paguen por ello?