Empresarios deben vencer apatía y participar en temas públicos

Tengo un amigo con quien comparto el gusto por la lectura del periódico español El País y más del suplemento sabatino “Babelia”, que es un portento de la literatura periodística.

Disentimos sobre la llamada 4T, pero coincidimos en respetar a quienes no están de acuerdo con lo que pensamos.

A diferencia de otros -de muchos otros- nunca le he leído ni escuchado ningún epíteto ofensivo ni agresión alguna contra quienes difieren de él en lo político y hace poco invocó a un personaje que debe ser leído despacito para permitirle a nuestro ser digerir la profundidad de su pensamiento: El crítico británico George Steiner, quien murió el pasado 3 de febrero.

De entre lo que leí en la última entrevista a su cuate italiano Nuccio Ordine, lo que le escuché a mi amigo y unos apuntes que guardaba desde hace varios meses, extraigo esto que en seguida les platico sobre las opciones que tenemos los que no estamos de acuerdo con el rumbo que lleva el país de la mano del inquilino del Palacio Nacional:

Como lo dije hace no sé cuántos artículos: con ingeniosos memes, burlas y críticas al actual gobierno, no vamos a lograr nada.

La clave está en la movilización. Nos guste o no a quienes todos los días llevamos al paredón a “ya saben quién”, él es resultado de una alternativa política que enhebró a 30 millones de mexicanos -o algo así- que lo llevaron democráticamente al poder en julio de 2018.

MALO y su gobierno se ríen de tanto meme. Se ufanan de que fueron electos en las urnas y aunque de pronto algunos dejen entrever quedito que se han equivocado en un montón de cosas, no dan trazas de que les mueva un ápice el descontento que crece en el encierro de los disciplinados o en la calle de los indisciplinados.

¿Qué es lo que pone a temblar a quienes nos gobiernan? La movilización de los inconformes.

Si no nos interesamos por las tareas de la cosa pública y preferimos estar metidos en nuestra vida privada, en nuestro calabozo privado, en nuestro sweet sweet home, que no nos sorprenda que nos gobiernen los bandidos y lo hagan también con nuestros hijos y nietos.

Sé de muchos que no se mueven ni para ir al Oxxo, y han encontrado en la pandemia un pretexto para menos moverse.

Con esto en mente, durante su participación en el “Encuentro Empresarial 2019” de Coparmex nacional, realizado en Monterrey en noviembre pasado, Enrique Zambrano Benítez, director de Proeza, próximo a jubilarse el 3 de agosto y que suena como posible candidato ciudadano del PAN a la gubernatura de NL o a la presidencia del CCE, dijo sobre éste tema lo siguiente:

“En los momentos actuales de difícil proyección mundial para México, es importante que los empresarios influyan en las políticas públicas. “Trataremos de actuar cada vez más”, dijo.

Y en el enfoque privado de su responsabilidad, mencionó que la empresa es la única que puede promover justicia social.

“Nuestro propósito como empresarios no solo estriba en generar beneficio económico, sino dejar un legado a la sociedad”, expresó.

En ese mismo evento, José Antonio Fernández, presidente de FEMSA y del ITESM, dijo categóricamente: “Más nos vale a los empresarios ser muy activos en lo público. “La IP no está para meterse en lo político, pero sí en lo público”, y específicamente se refirió a su injerencia en temas sociales, de seguridad y economía, porque, “¿de qué sirve que nos vaya bien en las empresas si la comunidad que nos rodea está mal?”

“Además de preocuparnos por los share holders debemos ocuparnos de nuestros demás accionistas. No basta ni es suficiente con ser solidarios”, apuntó y concluyó diciendo:

“En un capitalismo consciente, nos tiene que ir bien a todos, por eso, más nos vale ser muy activos en lo público”.

Ahí mismo, Enrique Cárdenas Sánchez, ex Rector de la Universidad de las Américas en Puebla, que perdió en las elecciones para gobernador con Miguel Barbosa -háganme el refabrón cavor- al hablar sobre el tema ““Educación de Calidad, Movilidad Social y Formación Ciudadana”, dijo:

“La empresa privada tiene enfrente el reto de llevar su responsabilidad social a la vida pública. Si los empresarios no hacen esto, el gobierno lo hará por ellos. Una sociedad y una empresa privada que se desentienden de la vida pública, están condenadas a ser gobernadas por los peores. 

Los empresarios deben tener la conciencia social y política a flor de piel para involucrar a la ciudadanía en las políticas públicas.”

Poco antes, Emiliana Vegas Vicentini, co-directora del Centro para la Educación Universal e investigadora senior de Economía Global y Desarrollo del prestigiado Instituto Brookings, expresó que la educación es clave para lograr movilidad social y paz.

Y repasando mis apuntes sobre ese encuentro patronal, destaco en seguida el mensaje que dio Federico Toussaint Elosúa, presidente del Grupo Lamosa:

“Uno de los retos más grandes que existe en el empresariado mexicano es vencer la apatía de no participar activamente en las cámaras. Vienen temas que estarán en discusión y debemos participar en esa faceta de entrarle a lo público.

Además, debemos estar mejor informados porque habitualmente en temas de la prensa nos llenamos con muy poco. No me preocupa si el gobierno trae objetivos buenos. Lo que me preocupa es que el empresariado no se anime a participar y actúe egoístamente.”

Y lanzó un mensaje a la 4T: “En nosotros tiene a un aliado. No nos vamos a ir de México”.

Y al leer lo siguiente verán por qué ese evento fue el del año en su tipo: Cuando me encontré con Gustavo de Hoyos Walther -presidente nacional de Coparmex- le pregunté si va a participar en las elecciones de 2021 y 2024.

Me respondió que no, que su única prioridad es generar conciencia de participación en temas públicos entre el empresariado y la sociedad civil de México, pero su comportamiento no verbal me “dijo” que “quién sabe, a lo mejor sí”...

CAJÓN DE SASTRE

“Llegó la hora para la IP. Ya estuvo bueno de rascarse cada uno con sus uñas, porque está claro que si no hay movilidad pública de los sectores social y empresarial, al que no vamos a mover del Palacio es a “ya saben quién”, dice la irreverente de mi Gaby.

Para mi amigo Roberto Guillén.