Ivermectina

La Ivermectina, una medicina común, inhibe la enfermedad del COVID-19, según el doctor y experto en medicina pulmonar Pierre Kory.

El martes 8 de diciembre, Kory presentó a una comisión del Senado de Estados Unidos, varios estudios avalados por su grupo de médicos expertos en el tema. En uno de los estudios, ochocientos trabajadores de la salud que atendieron enfermos de COVID tomaron Ivermectina en plan preventivo. Ni una sola persona terminó contagiada, reporta. En cambio, otro grupo similar de 400 que no la tomaron, 232 se contagiaron, es decir más del 50%. ¡Contundente!

Parece ser una solución barata y efectiva, que tarda tan solo 48 horas para ver los resultados que duran hasta meses. Sin embargo, la Ivermectina tiene enemigos poderosos, insensibles y desalmados. Eso mismo se observó en el Senado de Estados Unidos.

Todos somos potenciales anfitriones de COVID-19. Ya infectados, lo esparcimos muy fácilmente. El COVID-19 ha matado más de trescientas mil personas en Estados Unidos y a más de cien mil en México. De acuerdo a los documentos que estos médicos pidieron fueran analizados, la Ivermectina puede evitar más muertes de manera inmediata y regresarnos a la vida normal.

Si el doctor Kory tiene razón, significa que la pandemia en sí, ya no es un problema médico, sino un problema de conciencia y de gobierno.

Hasta ahorita, el NIH (National Institutes of Health), el CDC (Center for Disease Control, y la FDA (Food and Drug Administration) han resistido agresivamente a la Ivermectina, y tomará de fuertes exigencias para cambiar sus posturas. Esto no es imposible, pues Trump, con “Operation Warp Speed” logró exigir que se desarrollara una vacuna contra el COVID-19 en tan solo siete meses en vez de posiblemente cuatro años o más.

Durante esa audiencia en el senado, el New York Times y el senador Gary Peters, desacreditaron a los presentes médicos diciendo que eran políticos enemigos de las vacunas. Ellos respondieron diciendo que son diversos países los que han descubierto el efecto antiviral y anti-inflamatorio de la Invermectina, con extrema eficaz contra el COVID-19.

Cabe aclarar que la Ivermectina ya está autorizada para tratar otras condiciones médicas desde hace muchos años. Sin embargo, no hay interés de financiar los estudios para darle un uso alternativo porque este medicamento ya está en el dominio público y es muy barato. O sea, por la falta de un trámite burocrático, miles de personas enfermas se están perdiendo de un tratamiento potencial.

El doctor Kory, imploró casi impotentemente, que las instituciones médicas estudien los resultados que se habían recabado en los últimos cuatro meses. ¿Para qué bloquearse ante una posible cura práctica y efectiva contra el COVID-19?

En Nuevo León conozco algunas personas rompe-reglas que comparten sus experiencias con la Ivermectina, sus resultados altamente satisfactorios. Ellos hablan claro y de frente, pero se manifiestan censurados por las redes sociales como Facebook y YouTube.

¿Qué tienen que estarse metiendo Facebook y YouTube, limitando la libertad de expresión? La supuesta dosis requerida de Ivermectina para prevenir el Covid-19 no es peligrosa, y los ciudadanos merecen saber qué está sucediendo en la comunidad.

En días pasados se vieron larguísimas filas de jóvenes haciéndose pruebas de COVID-19 en diversas farmacias de San Pedro. Estas personas saben que están en riesgo. Por ello sería positivo que nuestros gobiernos comiencen a promover su uso e investigación.

El punto es que los ciudadanos merecemos tener acceso a la verdad. Investigar y poner a prueba las soluciones posibles ante nuestros problemas de grande escala.

No se trata de estar contra la vacunación, pero tampoco desperdiciar algo tan tangible. Otras medicinas como Remdesivir se tardaron pero finalmente se aprobaron por la FDA. Quizá no estamos tan lejos de que suceda lo mismo con la Ivermectina.

javierlivas@gmail.com