La importancia del 5 de mayo
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Hoy 34 millones de mexicanos en Estados Unidos —junto con otras comunidades migrantes— se juntan para celebrar el 5 de mayo, día que brinda un sentido de identidad, orgullo y unidad.
Ocasión en la cual en las distintas latitudes de Estados Unidos se entona el himno nacional mexicano, los niños y jóvenes presentan tradicionales bailes folclóricos, se escuchan los mariachis, se realizan nombramientos de espacios públicos alusivos a México, al tiempo que la cochinita y el mole predominan.
Además del triunfo del ejército mexicano dirigido por el General Ignacio Zaragoza en contra de las tropas invasoras francesas en 1862, se destacan las múltiples contribuciones de los migrantes mexicanos en la Unión Americana.
Estados Unidos se convirtió en la gran nación que es hoy, al reconocer el capital humano de los migrantes y abrir sus puertas a quienes con ganas de trabajar buscan un mejor futuro para ellos y sus familias. Millones de héroes migrantes anónimos diariamente contribuyen a este país con su trabajo, espíritu emprendedor, creatividad, capacidad de innovación, diversidad étnica, cultural e idioma.
La Batalla de Puebla simboliza el vínculo intrínseco que existe entre el pasado, presente y futuro de la historia y sociedad de México y Estados Unidos. Esa heroica victoria retrasó el apoyo de las tropas francesas a la Confederación en la Guerra Civil estadounidense, dándole más de un año al Presidente Abraham Lincoln para ganar la Batalla de Gettysburg, que se considera el punto de inflexión en esa guerra.
La comunidad México-Americana desde entonces lucha para edificar este país bajo los valores democráticos compartidos de justicia, equidad y libertad.A pesar de que las tropas francesas eran más numerosas, profesionales y con mejores armas, la cohesión del ejército mexicanos en los fuertes de Loreto y Guadalupe llevaron a Zaragoza a la victoria. La historia nos demuestra que ante las adversidades la unión nos permite vencer, mientras que la división es un factor que conduce a la derrota.
Más allá de la innegable importancia histórica del 5 de mayo y el reconocimiento a las aportaciones de los mexicanos en Estados Unidos, el mensaje a resaltar hoy es el de la unidad. La lección se traduce a que tengamos cuidado con la polarización y la división que es el enemigo de la prosperidad y desarrollo de nuestro país. Cuando México se ha unido, nuestras ganancias siempre son mucho mayores.
Es necesario pensar primero en la patria antes de cualquier agenda personal. Derribemos los muros de la fragmentación y el odio, para construir puentes de entendimiento, diálogo y prosperidad, que nos permitan unirnos bajo una sola voz que ponga por delante de todo el interés nacional.
