Muchos años, mucho rollo, muchos muertos

Politicón
/ 2 febrero 2016

Son muchos años y mucho rollo y muchos muertos, le digo al presidente del Senado, Roberto Gil, horas antes de que reciba a veintitantos gobernadores que le expondrán las virtudes del mando único policial y la policía estatal única.

Muchos años. Tómese como partida el despliegue de las fuerzas federales de 2007. O agosto de 2008, el trágico si no pueden, renuncien, de Alejandro Martí. O 2010, la tristeza por los jóvenes de Villas de Salvárcar. O el 2011 de Javier Sicilia y el Casino Royale. O las promesas de inteligencia y coordinación del nuevo gobierno en 2013. O las iniciativas urgentes de finales de 2014 del presidente Peña Nieto con los 43 desaparecidos de Ayotzinapa danzando en cada palabra.

Muchos muertos. Tómense las propias estadísticas del Sistema Nacional de Seguridad Pública: 104 mil 794 ejecutados entre 2007 y 2012 (17 mil 466 promedio por año; 49 por día). O los 50,998 ejecutados entre 2013 y 2015 (17 mil promedio por año; 46.6 por día). Son 155 mil 792 personas ejecutadas en nueve años. Una desgracia. 

Podríamos tomar otros índices. La organización Alto al Secuestro, por ejemplo, registra 6 mil 983 casos en los últimos tres años, un promedio de seis al día. Y en los lugares de siempre: Estado de México, Tamaulipas, Guerrero, DF, Morelos, Veracruz, Tabasco, Michoacán, Ecatepec, Acapulco, Cuernavaca, Neza, Ciudad Victoria. Por eso la insistencia al senador Gil, pieza significativa en el equipo de Felipe Calderón y en el Senado en los tiempos peñanietistas. 

—Mucho rollo, Roberto.

—El problema es de incentivos –explica—. Están mal alineados. El Sistema Nacional de Seguridad Pública, permíteme la expresión, no tiene palos ni zanahorias para alentar la generación de capacidades. Se han generado sólo donde ha habido responsabilidad política local, y no se han generado en donde no se ha querido o no se han podido hacer las cosas.

El senador Gil esboza un listado de casos policiacos exitosos en estos años. Es breve: el municipal de Neza, el estatal de Querétaro, el federal-local de Juárez, Tijuana, Monterrey, San Pedro Garza, Nuevo León. Muy, muy breve.

—Avanzaremos en este periodo del Congreso —concluye—. La solución es de largo plazo y no está nada más en que cambie de uniforme la policía. Está en la reestructuración a fondo de las policías, con independencia de a quién y en qué circunstancias se le asigne el mando operativo.

—¿De qué se trata, entonces, esta discusión del mando único y la policía estatal única?

—De vencer la negligencia y la falta de compromiso local a través de las instituciones. Y hay una fórmula: inversión + capacidades institucionales + profesionalización + vigilancia ciudadana.

Nueve años ya escuchando el mismo rollo. Veremos si esta vez.

MENOS DE 140 Hoy es el día de Manuel Clouthier. 

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