¡Muy mal, Luis Miguel!

Politicón
/ 22 noviembre 2015
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1.- Justo cerrábamos los comentarios de la semana pasada con la noticia del plan que existe para hacer una gira en 2016 con Alejandro Fernández y Luis Miguel juntos, cuando éste último perpetra uno de los errores más graves de su carrera. Como todos saben, el intérprete de Cuando calienta el sol suspendió los dos conciertos que ofrecería durante la semana que recién termina ¡después de interpretar unos cuantos temas! El primer día lo hizo tras ofrecer 30 minutos de su espectáculo y en la segunda fecha ¡después de interpretar sólo tres cancioncitas! Sencillamente se salía del escenario sin regresar a dar una explicación o de perdido a agradecer la presencia de las personas.

2.- Por el altavoz se escuchó el segundo día: "Por causas de fuerza mayor y la salud del artista, el concierto será pospuesto. El señor Luis Miguel ha querido venir aquí con todos ustedes a hacer un esfuerzo muy grande pero su garganta y su salud no se lo permiten. Tiene un cuadro de laringitis. Agradecemos su comprensión y esperamos poder programar esta fecha junto con la de ayer (el miércoles 18) a la brevedad posible". Obviamente las rechiflas y la indignación estallaron como un volcán de lava hirviente por todo el Auditorio Nacional y las redes sociales. Algunos salieron corriendo a las taquillas para que les devolvieran el dinero que pagaron por la entrada aunque, por supuesto, les dijeron que volvieran al día siguiente por sus reembolsos.

3.- Me queda perfectamente claro que lo primero es la salud. Ser víctima de alguna enfermedad, grave o no, impide dar el cien por ciento a cualquiera, así sea el rey del universo. Por lo mismo, no se trata de crucificar a Luis Miguel por tener laringitis. La cuestión va mucho más allá. Primero vamos a darle el beneficio de la duda y asumir que efectivamente estaba enfermo entonces ¿para qué apareció en el escenario? Una enfermedad de las vías respiratorias de esa naturaleza no aparece súbitamente de un instante a otro como si se tratara de un accidente. Bien pudo haber cancelado las presentaciones desde un día antes para evitar que el público acudiera al concierto a perder su tiempo.

4.- Por otro lado, si la lanringitis fue solamente un pretexto para cubrir otras razones más oscuras ¡mucho peor! Porque el margen que queda para la especulación es enorme y muy perjudicial para la carrera de alguien que ya carga las consecuencias de muchos pasos en falso. En primer lugar y como ya lo he dicho hasta el cansancio, Luis Miguel es un témpano de hielo. En contraste con la calidez y el carisma de figuras como Alejandro Fernández y hasta Juan Gabriel, Luismi es capaz de congelar a un pingüino. La distancia que pone con el público es abrumadora.

5.- Luis Miguel Gallego Basteri es, a sus 45 años de edad, un hombre muy joven como para estar viviendo estos momentos tan incómodos en su carrera. Y no me refiero solamente a que esté “enfermito de la garganta” y no haya podido cantar. Emocionalmente inestable, luchando contra el sobrepeso, con 33 años de carrera de los cuales los últimos los últimos 24 ha dedicado a hacer variaciones infinitas de boleros y baladas clásicas, negociando una gira en la que compartirá el escenario y huyendo de todo contacto con los medios de comunicación nacionales, pareciera estar entrando en un período de decadencia que no corresponde a su talento, presencia y trayectoria.

6.- ¿Dónde rayos está aquel intérprete tan brillante cuyo resplandor le ganó el sobrenombre de El Sol? ¿Qué pasó con aquel que cantaba La incondicional, Un hombre busca una mujer, Entrégate, Tengo todo excepto a ti, Será que no me amas, por mencionar sólo algunos de sus éxitos más monumentales? Alguien podrá decir “Es que ya está grande, no se le puede pedir más”. Pero yo le contestaría con un rotundo y enérgico ¡no! Basta recordar a don Vicente Fernández, quien perfectamente podría ser padre de Luis Miguel, para entender que una vida disciplinada, enfocada y con gran respeto por el propio talento y facultades, le permite a cualquiera llegar a la tercera edad en plenitud de sus capacidades artísticas y personales.

7.- ¿La carrera de Luis Miguel está llegando a su fin? No lo creo. Hacer un anuncio apocalíptico sobre el final de su trayectoria sería necio e irresponsable. Él todavía tiene mucho que hacer dentro de la escena musical. Sin embargo, es evidente que necesita rescatar su carrera del bache en el que se encuentra con la ayuda de asesores de alto perfil. Cuidar su imagen personal, recuperar la figura perdida, planear nuevas grabaciones que sean frescas y contemporáneas, reconcilarse con los medios de comunicación, mostrarse como un padre amoroso, cuidar y seguir entrenando su voz, evitar que el ego lo domine y por último ¡amar lo que hace! Son sólo algunas de las cosas que, si las llevara a cabo, podrían volver a colocarlo como el cantante número uno de México.
 
¿Usted es admirador de Luis Miguel? ¿O lo detesta? Comente en Twitter y sígame: @felixrivera333

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