Percepción digital del Presidente de México a 2 años de Gobierno
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A diferencia de las encuestas que se basan en preguntas, el análisis de medios digitales permite entender la percepción de lo que dice la opinión pública, pero sobre todo de lo que no dice
Dicen por ahí que el “poder desgasta, sobre todo cuando no se tiene”, sin embargo en el caso del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, lo tiene, y bien puesto.
A dos años de Gobierno, a través de la herramienta Xpectus by Metrics, hemos seguido la percepción hacia el presidente en los medios digitales, tanto públicos, como sociales y de grupos, eliminando de la medición tanto a bots como trolls, para dejar únicamente la opinión pública. Es importante especificar que los medios públicos o abiertos son aquellos que envían contenido a uno o a muchos, expresados generalmente en Google, los sociales, a algunos cuyos principales exponentes son Twitter y Facebook y en grupos abiertos igual en las redes sociales.
A diferencia de las encuestas que se basan en preguntas, el análisis de medios digitales permite entender la percepción de lo que dice la opinión pública, pero sobre todo de lo que no dice.
Es así como el primer hallazgo es que la conversación digital ha ido en aumento desde enero de 2019 a la fecha. Esto significa que ya no solo entran en la discusión aquellos que están a favor o en contra del Presidente, sino que poco a poco la opinión pública general ha venido siendo partícipe de la conversación. Esto es, cuando los observadores intervienen en la discusión, que son mayoría en redes sociales, implica que se afectó en alguna medida su status quo y por lo mismo contribuyen en las discusiones.
Asimismo, hay una razón adicional al crecimiento exponencial en el volumen de discusión en relación con el presidente, y es que, al poner él la agenda pública diariamente en las mañaneras, la opinión pública toma como único actor del Gobierno Federal al mandatario y por lo mismo, lo ligan con cualquier tema de política pública, esté o no relacionado con López Obrador.
En los temas principales, encontramos que son favorables al Presidente todos aquellos relacionados con la actividad internacional. Entre ellos encontramos los insumos del extranjero para salud en tiempos de pandemia, la posibilidad de obtener las vacunas y sobre todo, la visita a Donald Trump a la Casa Blanca.
En los negativos, la percepción comenzó a cambiar contra el presidente con el tema de traer a Evo Morales al país, y posteriormente, con la detención y liberación de Ovidio Guzmán. Sin embargo, el pico más alto en la discusión se lo llevó la presentación del documento BOA.
El tema del hermano del presidente, Pio López, también ha generado un volumen considerable, sobre todo porque los usuarios consideran que es una incongruencia tratar de acabar con la corrupción, siendo que ésta existe dentro del seno familiar.
Los amuletos, el avión presidencial, la libertad de expresión, las medidas para enfrentar la pandemia y las inundaciones en Tabasco son algunos de los temas que han contribuido a elevar esa percepción negativa.
Ahora bien. En los ejes de conversación se aprecian ya no solo los relacionados con el nombre del presidente, su cargo y el país, sino que poco a poco han tomado posesión aquellos que son más relacionados con temas en los cuales no ha sido empático: mujeres, crisis, coronavirus, niños (por las medicinas contra el cáncer) y la economía.
Como señala Philip N. Howard, director del Instituto de Internet de la Universidad de Oxford: “Facebook no es lo suficientemente poderoso como para elegir al presidente (...) pero ya no es posible ser elegido sin tener una estrategia seria en la red social” y todavía nos quedan elecciones en 2021, revocación de mandato en 2022 y cuatro años de sexenio.
La actitud es solo una de las métricas con las que se puede calificar el desempeño de un funcionario, pero es uno de los principales termómetros a nivel mundial para determinar lo que realmente piensa la gente.
Por lo visto al presidente y a su equipo de comunicación, les queda mucho por atender en las “benditas redes sociales”.