A rajatabla, elección de Gobernador se anula y Riquelme es inelegible; Anaya, en veremos
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Como todo mundo sabe, el pasado lunes el Consejo General del INE votó un dictamen de fiscalización que marcará la pauta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación hacia una eventual anulación de los comicios para Gobernador de Coahuila.
Más fácil: determinó que Miguel Riquelme rebasó el tope de gastos de campaña en un porcentaje que, sumado a la escasa diferencia de votos que –de acuerdo con el IEC– obtuvo sobre su principal contendiente, configura una causal inequívoca para echar abajo la elección del 4 de junio y sancionarlo a él para no participar nuevamente como candidato.
El artículo 41 de la Constitución, fracción VI, señala que “el sistema de nulidades” en materia electoral se integra por tres supuestos de violaciones jurídicas “graves, dolosas y determinantes”, las cuales requieren “acreditarse de manera objetiva y material”. Particular atención hay que poner en el caso “A”, relativo a quien “exceda el gasto de campaña en un cinco por ciento del monto total autorizado”.
A continuación, cito textualmente las dos líneas que, a partir de su interpretación, definirán el futuro político de Coahuila: “se presumirá que las violaciones son determinantes cuando la diferencia entre la votación obtenida entre el primero y el segundo lugar sea menor al 5 por ciento”.
No hay lugar a dudas: si el Tribunal aplica “la regla del 5-5” a pie juntillas, el resultado será la anulación de los comicios. Así de sencillo. Lo “determinante”, esa característica fundamental apenas incorporada en 2014 al 41 constitucional, no es otra cosa que la combinación entre más de 5 por ciento de rebase, y menos de 5 por ciento de diferencia de votos. Dicho de otra forma: apegándose al espíritu del artículo, el carácter “determinante” se obtiene cuando las dos hipótesis confluyen. El juzgador, en este caso siete magistrados de la Sala Superior, no tiene mucho margen de maniobra.
“En caso de nulidad de la elección, se convocará a una elección extraordinaria en la que no podrá participar la persona sancionada”, refiere la Constitución.
Donde sí hay una laguna legal identificada es en el asunto del segundo lugar que también rebasa el tope de gastos de campaña. Como ningún cuerpo normativo señala expresamente la situación, hay que acudir a los criterios de interpretación legal.
Considerando que quedaron pendientes por fiscalizar 3 millones 401 mil 041 pesos a la Coalición de partidos encabezada por el PRI, y 2 millones 940 mil 654 pesos a la Coalición encabezada por el PAN, cantidades correspondientes al gasto en representantes generales y de casilla durante la jornada electoral, los porcentajes de rebase preliminares que cuantificó el INE podrían incrementarse de 7.86 por ciento hasta 25.53 por ciento en el caso de Riquelme, y de 4.56 por ciento hasta 19.84 por ciento en el caso de Guillermo Anaya.
O podrían quedarse como están, o podrían aumentar sólo un poco en uno o en ambos casos, pero jamás podrían disminuir. Alquimia financiera.
El rebase, por tanto, ya no es discutible. Sólo la cifra exacta y total.
CORTITA Y AL PIE
Pero no sólo Riquelme sería inelegible, pues existe un criterio dispar al interpretar la ley. En la semana, por ejemplo, el presidente del Consejo General del INE, Lorenzo Córdova, dijo en una entrevista de radio, el 20 de julio, que “es la primera vez en la que estamos en un supuesto que se va a aplicar esta norma (…) estamos en un momento en el que le tocará a los tribunales disipar la duda de una redacción que no es evidentemente la más afortunada, porque no contempla la hipótesis en la que nos encontramos, en donde no solamente hay uno que rebasa, sino hay dos que rebasan”.
A su vez Marco Baños, también consejero del INE, hizo una interpretación diferente (sin embargo errónea, a mí entender) de la norma el mismo día: “en el caso del PAN, si se quedara solamente en la parte del 4.56, entonces ahí no habría problema de su participación en la siguiente contienda”, advirtió.
“¿El candidato del PRI tendría que ser otro y el del PAN podría ser el mismo por tener menos del 5 por ciento de rebase?”, cuestionó Joaquín López-Dóriga.
“Es correcto, si los números se mantuvieran así”, reafirmó.
LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS
En resumen: a rajatabla, la elección de Gobernador debe anularse y Riquelme ya es inelegible después del dictamen de fiscalización del INE; Anaya, por su parte, aún está en “veremos”.
Mientras tanto seguimos como al principio: no hay legitimidad ni gobernabilidad en el Estado hasta que no se pronuncien los magistrados de Tribunal Electoral.
@luiscarlosplata