A vueltas con la palabra amor

Politicón
/ 13 octubre 2017

Amor, esa palabra que tanto usamos y que pocos viven con todas sus letras

Se conocieron en una cita ciega. Germaine ya estaba comprometida, pero esto no impidió que se enamorara locamente de George Briant. Para suerte de la enamorada, también él recibió el flechazo. Sin lugar a dudas, fue uno de esos clásicos e inexplicables amores a primera vista.

Ni tardo ni perezoso, el galán se le declaró esa misma noche. Ella… se apresuró a romper con su antigua relación. Y apenas tres meses después, se encontraba subiendo las gradas del altar, comprometiéndose de por vida con George.

La historia que apenas he narrado no se refiere a ningún reality show, no se trata de un matrimonio express y pasajero, ni tampoco de un par de jóvenes desenfrenados. Se refiere -nada menos que- al hasta hace unas semanas matrimonio más antiguo de todo el estado de Nuevo Orleáns (USA). ¡Más de 83 años juntos!

Lo impresionante de esta pareja es que el tiempo no había logrado marchitar el amor que les abrasaba el corazón. Ya no tenía el tinte apasionado de los años juveniles, pero conservaba el mismo calor e idéntica lozanía. Eran inseparables. De hecho, Germaine dejó este mundo el 28 de enero; y George, que contaba con 103 años, murió apenas tres días después, el 31 del mismo mes.

Su secreto

Una vez leí una frase que me golpeó mucho. Decía que cuando la pobreza entra por la puerta, el amor salta por la ventana.

“¡Cuánta verdad hay detrás de esto!”, me dije muy convencido. Ahora ya no estoy tan seguro. Y es que el amor de los Briant, más que salirse por la ventana, usó la pobreza para verse fortalecido.

La primera pobreza que sufrieron fue la pérdida de su hijo único, George Jr. Murió en un salto en paracaídas cuando apenas tenía 24 años.

La segunda fue más voluntaria. Jamás tuvieron, por ejemplo, un coche nuevo. Toda su ropa la compraban usada y, aun cuando estuvieron viviendo en una residencia, vestían siempre prendas de segunda mano.

El termómetro del verdadero amor no son los sentimientos o la vida cómoda y placentera. La verdadera medida es la renuncia que uno está dispuesto a hacer por y junto aquél que ama. Por ello, detrás de cada gran amor hay siempre muchas lágrimas y gotas de sangre que adornan para siempre, como perlas preciosas, la gloria del corazón enamorado.

Amor, esa palabra que tanto usamos y que pocos viven con todas sus letras… 

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