¿Por qué a nosotros no?
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Hace unos días recibí la llamada de la madre de un minero fallecido en la tragedia de Rancherías, en junio de 2021. Aquel siniestro en la mina de Micarán cobró la vida de 7 carboneros. El reclamo de la madre era por qué ellas no han recibido nada de apoyo del Gobierno Federal, mientras que en la más reciente tragedia en “El Pinabete”, donde murieron 10 personas, las familias sí recibieron una indemnización federal.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha justificado que la indemnización a los familiares de la mina del poblado de Agujita no sólo es por el agravio que sufrieron, sino también por la situación de pobreza.
Más allá de la cantidad que les hayan dado a las familias, a las viudas esencialmente, es cuestionable cómo cada tragedia en este País es vista de acuerdo con el foco mediático y reflector político.
La tragedia de Rancherías, municipio de Múzquiz, en junio de 2021, derivó en la visita de la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde. La tragedia en “El Pinabete” no trajo consigo la visita de la secretaria, pero sí la del presidente López Obrador.
En la tragedia de Rancherías, la Fiscalía General de la República (FGR) no abrió ninguna investigación. En la de “El Pinabete” sí.
La llamada de la madre del minero fallecido en Rancherías me estrujó. Su hijo era el sostén de la casa. En un año y cuatro meses no ha habido resolución del caso penal, y por consecuencia no se ha señalado a ningún responsable. Y sin responsables no hay a quién cobrarle una indemnización.
Pero a diferencia de la tragedia en Agujita, en la de Rancherías el Gobierno Federal no ofreció ninguna indemnización a pesar de que no varía la situación de pobreza, uno de los argumentos del Presidente para dar una indemnización.
¿Qué determina que unos sí y todos los demás no? Fue una pregunta que publicó la Organización Familia Pasta de Conchos en su red social de Twitter. Y tienen razón. ¿Por qué una tragedia sí deriva en la visita de la secretaria del Trabajo y en otra no sólo no va, sino que permanece en el ostracismo? ¿Por qué a una sí va el Presidente y a otra no? ¿Por qué se abren investigaciones en una y en otra
se apuesta al olvido? ¿Por qué a unas familias sí les dan una indemnización, que por cierto no tendría por qué hacerlo el Gobierno Federal, y a otras no?
El agravio y la situación de pobreza fue igual en Agujita y en Rancherías.
En lo que vemos que no hay diferencias es en las omisiones y el olvido a una zona saqueada por la minería del carbón, sin que los responsables actúen diligentemente para evitar la no repetición.
AL TIRO
“Pido justicia, que no nos dejen solas. No fueron animales. Fueron siete familias. No veo justo que a ellos (familias de Agujita) sí las apoyaron y a nosotros no. No ha habido apoyo en un año y cuatro meses”, fueron las palabras de la madre.
“¿Por qué a ellos sí? ¿Por qué a nosotros no?”, siguió preguntando la madre por teléfono.
Y me pregunto qué hay detrás. Y la respuesta evidentemente se traslada al tema político. Porque en este País se hace y se deja de hacer con base en los malditos costos políticos. No importa otra cosa que no sean las consecuencias políticas.
Estamos empezando el año electoral en Coahuila.