¿Qué preguntas faltaron en el debate por la gubernatura de Coahuila?

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Para abrir boca...
Terminó el debate entre candidatos a la gubernatura de Coahuila el pasado domingo en el Teatro Nazas de Torreón y las preguntas era dos: ¿Quién ganó? ¿Quién perdió?
Pero las respuestas, más allá de la catarsis terapéutica provocada por las filias y las fobias de cada persona, eran y son estériles.
Los debates sólo influyen cuando los porcentajes de preferencias electorales entre contendientes punteros son mínimas. Ese no es el caso en estas elecciones, ni lo será. Manolo Jiménez mantendrá la delantera y podría alcanzar una votación histórica el 4 de junio con una mayoría contundente en el Congreso.
Las preguntas que faltaron...
Si los conductores del debate, Sandra Romandía y Javier Solórzano, hubieran forzado a los candidatos a ser más propositivos, tendría que haber hecho las siguientes preguntas:
Lenin Pérez, Guadiana y Mejía dieron datos distintos sobre la deuda heredada por Humberto Moreira: “¿Cuál es la cantidad exacta de la deuda? ¿Por qué se contradicen entre ustedes? ¿Cuánto se ha pagado de la deuda original? ¿Qué alternativa financiera realista proponen ustedes para pagarla o refinanciarla en negociación puntual con los bancos?”
Mejía aseguró que “limpiaría el mugrero” y haría “una comisión para meter a la cárcel a los rateros”, en alusión a Humberto Moreira, Rubén Moreira y Miguel Riquelme: “¿Estaría usted, candidato Mejía, dispuesto a meter a la cárcel a Humberto cuando éste fue operador político del triunfo del candidato morenista Julio Menchaca, hoy gobernador de Hidalgo? ¿Traicionaría usted de nuevo a Andrés Manuel, cuando hoy pelea con Guadiana para ser el abanderado legítimo de la 4T en Coahuila?”
“En ese mismo punto, usted señala que crearía un Instituto estatal para devolver al Pueblo lo Robado: ¿Qué haría usted para que éste no cayera en las acusaciones de corrupción −fraudes y saqueos− del Instituto a nivel federal distinguido por no regresar al pueblo lo robado?”.
Lenin, Guadiana y Mejía utilizaron el antídoto de “ciudadanizar” sus respectivos gobiernos de ser gobernadores: “¿Qué experiencias exitosas han implementado ustedes para ciudadanizar sus puestos públicos?”.
Guadiana habló de diversificar las economías de cada Región y fue tan lejos como para prometer becas a 70 mil estudiantes: “¿En qué consistiría esa diversificación para cada Región?”. ¿Tiene la cantidad exacta que costaría otorgar esas becas? ¿Podrían las finanzas estatales sufragar ese gasto?”.
Lenin propuso crear una Secretaría de la Salud Mental: “¿Tiene los indicadores cuantitativos que soporten su creación? ¿Cuánto costaría? ¿Hay suficiente dinero para ello?”.
Mejía acusó a integrantes de la policía estatal −GATES− de ser responsables de la distribución de cristal en Coahuila: “¿De dónde obtuvo esa información? ¿Por qué la utiliza ahora para propósitos electorales? ¿Por qué nunca la utilizó desde su responsabilidad como subsecretario de Seguridad Pública para actuar en consecuencia? ¿Privilegió, acaso, su interés electoral, por encima del interés común?
En el mismo tema: ¿podría usted, en este momento y de manera pública, deslindarse de sus supuestos vínculos con el Crimen Organizado, a partir de su estrecha relación con dos operadores de su campaña cuando buscaba la candidatura por Morena: Salvador Llamas −asesinado por el CJNG en Guadalajara− y señalado por el morenista John Ackerman, como ‘narco político’; y Ricardo Peralta, coordinador de la “Alianza Patriótica por la 4T”, operador financiero de candidaturas a gobernadores y diputados morenistas y acusado de manera reiterada por sus vínculos con el Crimen Organizado”.
¿Por qué no incluí a Manolo? Porque fue el único en presentar propuestas y no ocurrencias o ataques de mala leche. Más aún, Jiménez es el único candidato con propuestas medibles, social y presupuestalmente, y negociadas con empresarios e integrantes de la sociedad civil de cada Región.
Más aún, es el único candidato que puede “ciudadanizar” su gobierno por prácticas exitosas derivadas de su experiencia como alcalde. La cual, hoy, lo catapulta como el candidato de una coalición ciudadana por excelencia.
Nota: El autor es director general del ICAI. Sus puntos de vista no representan los de la institución