‘Quinta ola’ COVID: el riesgo vuelve a crecer

Opinión
/ 6 julio 2022

El riesgo de contagio y muerte por COVID-19 ha vuelto a ser alto en el país. Por ello, aunque nos encontremos extenuados, no podemos darnos el lujo de bajar la guardia

Hace prácticamente un mes la Secretaría de Salud restableció el reporte diario del comportamiento de la pandemia causada por el coronavirus SARS-CoV-2. Desde que eso ocurrió, el de ayer fue el día en que más contagios y decesos se reportaron: 27 mil 973 y 73, respectivamente.

En otras palabras, la denominada “quinta ola” de contagios durante la pandemia ha cobrado virulencia y, aunque el riesgo de desarrollar síntomas graves y perder la vida es menor que al principio, el número de decesos reportados ha vuelto a ser preocupante.

A nivel local, el Instituto Mexicano del Seguro Social reportó ayer que en los primeros cinco días de este mes se ha multiplicado por 20 el número de incapacidades que se otorgan a derechohabientes de la institución –por sospecha de contagio–, al pasar de 15 al día en junio, a 300 en julio.

Como resulta fácil deducir, el número más alto de incapacidades corresponden a las regiones Sureste y Laguna, pues son las que concentran una porción mayor de la población estatal. Por lo que hace a las cifras por grupos de edad, la incidencia más alta se registra entre personas de 15 a 29 años.

Derivado del incremento en el número de contagios, el número de pruebas que realiza el IMSS ha crecido también de alrededor de 100 que se realizaban el mes pasado, a unas 500 promedio diarias en julio.

El repunte de casos ciertamente no provoca el nivel de estrés que generó la primera ola de contagios debido a que la mayoría de las personas hemos sido vacunadas y eso, como han informado los especialistas, reduce en un alto porcentaje el riesgo de contraer la enfermedad, así como la posibilidad de desarrollar síntomas graves que requieran hospitalización.

Pero probablemente el hecho de que la situación actual no produzca en la población el mismo impacto psicológico este contribuyendo a que los casos se multipliquen con mayor rapidez en los últimos días, pues debido a la confianza que produce el estar vacunado acaso estemos “bajando la guardia” de forma poco reflexiva.

Habrá que insistir por ello en que las vacunas desarrolladas hasta ahora, aunque constituyen un avance monumental en el combate al patógeno, no generan inmunidad total frente al virus.

La insistencia en el señalamiento es más importante en la medida en la cual el número de decesos está volviendo a crecer a niveles que, aún cuando no se ubican en los cientos de casos diarios, son claramente indeseables.

Por ello, el uso de mascarillas, el lavado constante de manos y el mantenimiento de la distancia social siguen siendo medidas necesarias en las cuales debemos perseverar con el propósito de contribuir a cortar la cadena de transmisión del virus y evitar que crezca el número de víctimas fatales.

Más de dos años después de la llegada de la pandemia al país todos estamos, literalmente, extenuados de mantener la guardia arriba y nuestro mayor deseo es dejar atrás este episodio. Por desgracia, aún no podemos cantar victoria, sino sacar fuerzas de flaqueza y mantener la actitud de defensa.

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