Saltillo: llama el obispo Raúl Vera a adoptar una fe práctica contra los abusos y la corrupción

El obispo emérito de Saltillo, Raúl Vera, conminó a los creyentes a salir de la indiferencia frente a las injusticias sociales, pues “ser cristiano no es cualquier aventurilla”, ni consiste solamente en acudir a misa los domingos.

Propuso una fe práctica, basada en que los creyentes se interesen más por los problemas provocados por la concentración de la riqueza, la corrupción en el sector público e incluso la deshonestidad en los medios de comunicación.

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En su homilía dominical, el prelado invitó a la grey a reflexionar: “¿Qué tanto nos preocupa que se acabe la corrupción? ¿Qué tanto nos preocupa que no existan abusos en los procesos electorales? ¿Qué tanto cuidado tenemos en que no siga creciendo la división entre la riqueza y la pobreza?”.

“¿Qué tanto nos preocupa —agregó fray Vera López— que el 60 por ciento de la riqueza humana esté en manos del 1 por ciento de los seres humanos?”.

“Ellos son los que mandan, ellos son los que dirigen los bancos, ellos son los que hacen que cada día sean más las personas que mueren de hambre, que mueren de enfermedades, sí, que haya corrupción en los gobiernos”, denunció.

“Sí, hermanas y hermanos, ser cristiano no es cualquier aventurilla; ser cristiano no es nada más cumplir con la misa del domingo y se acabó”, subrayó.

“Ser cristianos es jugarnos la vida por la vida del mundo, jugarnos la vida por nuestros hermanos. Eso es ser cristiano: buscar que triunfe la justicia, buscar que la honradez sea lo primero que practiquen quienes están en los puestos públicos”.

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Ser honrados debe ser también —agregó— “lo primero que practiquen los que están al frente de los medios de comunicación, para que no nos envuelvan con mentiras, para que no oculten lo que realmente nos debería ocupar a nosotros”.

El obispo se pronunció en contra de que las políticas públicas estén “llenas de corrupción”, pues ello significa “la destrucción de la sociedad”. Además, “es hambre lo que crean, es desigualdad lo que crean los corruptos de los puestos públicos”.

Afirmó que a los miembros de la clase política “no les importa que la gente se muera de hambre, que se muera de enfermedades; sí, esto es muy triste, y que nosotros empecemos a ver como normal toda la desigualdad y todo el desorden social”.

“No podemos verlo con ojos impávidos, como si fuéramos miopes o como si fuéramos enfermos”, remarcó.

“Tenemos que revisar nuestra vida cristiana: qué tanto influyen los criterios del Evangelio en nuestra vida diaria; qué tanto nosotros, lo que escuchamos en el Evangelio, lo que sabemos por el Evangelio, lo ponemos en obra”, exhortó.

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Raúl Vera insistió: “Tenemos que trabajar para que se acabe la corrupción, se acabe la desigualdad y se acabe la destrucción de la Tierra; tenemos que pararlo”.

“No tenemos por qué dejar —aseveró— que los malvados triunfen en sus proyectos de sangre, de muerte, de corrupciones, de desigualdades; no debemos perder eso de la conciencia”.

“No crean que se tiene que ser padrecito o monjita, o se tiene que ser miembro de un grupo de una parroquia. No, señor. También en tu casa tienes que entender tu práctica cristiana”, enfatizó.