Reforma en la UAdeC

Opinión
/ 23 octubre 2023
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Hoy la UAdeC prepara otra renovación con el proceso para elegir un nuevo proyecto en la Rectoría en unos pocos meses, y ya comienzan las grillas

Soy alguien que puede decirse orgullosamente universitario de abolengo en la Universidad Autónoma de Coahuila. Mi abuelo, Guillermo Portillo Jurado, fue su Oficial Mayor por muchos años. Mi tío abuelo, Mariano Narváez González, fundó muchas escuelas y facultades, incluyendo la Preparatoria Nocturna, que hoy lleva su nombre. Cuatro de los cinco hermanos de mi madre estudiaron en la UAdeC. Mis hermanos y yo cursamos carreras universitarias en UAdeC.

Su servidor culminó sus estudios de licenciatura y doctorado en esta institución. Y aunque tuve la oportunidad de estudiar en la mejor universidad del mundo, mi más profundo cariño de estudiante sigue cercanamente ligado a mi UAdeC, de la que he sido trabajador por más de 12 años y docente por más de 8, pero aunado al gran cariño que le tengo, crece en mí una enorme preocupación por su destino.

En mi largo peregrinar por la UAdeC, he presenciado cambios, avances, transformaciones positivas, incontables esfuerzos, y he conocido a un gran número de personas increíblemente capaces, comprometidas y trabajadoras, que son el alma de nuestra institución, quienes usualmente bajo condiciones adversas, saben entregar los mejores resultados posibles y exceder las expectativas.

Sin embargo, también he presenciado cómo se agravan vicios institucionales severos. He visto a grupos políticos externos hacerse del control del destino universitario. He comprobado cómo intereses facciosos de personajes perversos logran avanzar su agenda dentro de nuestra institución. He atestiguado cómo muchas personas son rehenes de los designios de sus superiores, bajo amenaza de no poder avanzar su carrera, de no conseguir su base o de perder su empleo, porque, si bien no se dice de frente, quien no obedece el mandato supremo, queda fuera de toda consideración de promoción sin importar su capacidad, preparación, voluntad, esfuerzo o resultados.

Hoy la UAdeC prepara otra renovación con el proceso para elegir un nuevo proyecto en la Rectoría en unos pocos meses, y ya comienzan las grillas, las mentiras, las traiciones, las mafias y las imposiciones.

Afortunadamente, hoy Coahuila encuentra esta transición en una encrucijada clave: La próxima gubernatura tiene en Manolo Jiménez un hombre joven y de resultados, y forzosamente, quien ocupe la Rectoría, deberá trabajar cercanamente con él para emprender una profunda transformación para el rescate que requiere la UAdeC.

La Rectoría de la UAdeC es la rifa del tigre. Quien ocupe ese despacho, deberá tener templanza para enfrentar los escenarios más lúgubres. La situación financiera de la universidad es muy precaria, y malas gestiones del pasado, sumadas a la complejidad del sistema universitario de pensiones, colocan a la administración universitaria en una situación sumamente difícil.

De entre las manos levantadas, surge una que se muestra como una opción distinta a lo de siempre: El director del Ateneo Fuente, Josué Eli Garza Carrales. Un profesional joven que proviene de una familia trabajadora de clase media, que inculcó en él el valor del trabajo, y ha mostrado gran capacidad y creatividad para resolver los problemas de su institución.

Con recursos financieros limitados, Josué ha encontrado la manera de gestionar recursos y beneficios para el Ateneo. Mediante estrategias de venta de productos y servicios, donaciones, aprovechar las redes de ex ateneístas, y reducir costos, además de aprovechar las redes sociales, ha conseguido mejorar la infraestructura institucional, la administración, la imagen pública, y retomar el rumbo que devuelva al Ateneo la gloria académica de antaño.

No sé si Josué Garza sea la persona ideal para dirigir la UAdeC, pero tengo claro, que de entre las opciones viables que proponen un proyecto, es la única que se muestra como una opción distinta a todo eso de lo que la comunidad universitaria estamos hartos. No queremos más de lo mismo y de la misma gente. No hemos tenido un Rector joven en décadas; requerimos voluntad y creatividad para solucionar los problemas universitarios urgentes y trazar un rumbo claro hacia un futuro exitoso y sostenible. Necesitamos transformación administrativa y estatutaria de fondo, y eso no va a ocurrir con la gente de siempre.

Si Josué se hace de la candidatura, será un buen contendiente, y de alcanzar la Rectoría, seguramente será un Rector distinto y moderno. Humano, cercano a su comunidad, creativo, trabajador y reformista; un proyecto así contará con el apoyo de muchísima gente en nuestra comunidad universitaria.

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