Repensar los plurinominales

De cara a la elección federal en puerta, los partidos políticos han comenzado a dar a conocer sus listas de diputados y senadores plurinominales, en las cuales destacan hijos, hermanos y parejas de políticos encumbrados, líderes sindicales, personajes con negros pasados que han sido acusados de corrupción y cosas peores, líderes partidistas y hasta estrellas de la farándula y lo peor del caso es que algunos por la alta posición que ocupan en las listas y los historiales de votación de dichos partidos, ya tienen un pie dentro de alguna de las cámaras federales.

Es decir, los plurinominales en teoría nos representan a todos, pero en realidad representan a los grupos del poder que se encuentran en la cúspide de los partidos políticos y obtendrán un escaño, fuero y salario a costa de los ciudadanos, que no los quieren ahí, porque la mayoría de ellos si se postulara a una elección directa no la ganaría.

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Este texto no busca argumentar sobre la desaparición de los plurinominales, porque creo que es sano que más fuerzas políticas tengan representatividad en el Poder Legislativo, además considero que la conformación de las cámaras debe de asemejarse en la medida de lo posible a la distribución porcentual de las preferencias partidarias de los electores, cosa que la elección por distritos de mayoría no podría hacer.

Lo que en realidad se argumenta es que el sistema de listas cerradas de legisladores plurinominales no sirve, porque impide a los electores la posibilidad de vetar a personajes indeseables de las mismas, convirtiendo el voto por un partido en un distrito en automático en un voto para la lista de legisladores plurinominales correspondiente.

De lo que se trata es de darle el poder a los ciudadanos de decidir si una lista y sus integrantes les conviene, y al respecto se me ocurren varias alternativas que se pueden explorar, la primera de ellas la aporta el sistema electoral alemán, en donde el elector a la hora de votar por sus legisladores recibe dos boletas, la primera para elegir a un legislador de mayoría y la segunda para votar por legisladores de representación proporcional mediante lista, de forma que el ciudadano puede optar por votar por un mismo partido en ambos casos, o bien dar un voto a un partido en uno de los criterios y a otro en el criterio restante.

Otra opción es dejar un espacio para que los electores puedan elegir una lista plurinominal, pero vetar a cuantos integrantes quiera y se podría establecer una regla en donde a determinado porcentaje de vetos, sea el 10%, 15% o 20%, dicha persona se remueva de la lista y se recorran hacia arriba los integrantes del mismo sexo para ocupar los escaños que se le asignen a cada partido.

Y la tercera es un esquema en donde los partidos presenten un listado, pero los ciudadanos deban escoger a una o varias personas de éste, quedándose los escaños quienes obtengan más votos.

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@victorsanval