Sexenios de vacas flacas y vacas gordas

Opinión
/ 21 septiembre 2025

En este artículo se muestra la relación entre los presupuestos ejercidos por 12 gobernadores de Coahuila y la dinámica demográfica, iniciando con Román Cepeda y terminando con Miguel A. Riquelme. Los indicadores utilizados son la tasa de crecimiento promedio anual del presupuesto de egresos, a precios constantes, para eliminar la distorsión de la inflación, y el incremento de la población. Ocho gobernadores ejercieron el poder en condiciones favorables, ya que los recursos presupuestales superaron el crecimiento demográfico, cuatro no corrieron con la misma suerte, pues el dinero asignado fue menor a la dinámica demográfica.

A manera de contexto, para el periodo 1950-2022, el presupuesto creció a una tasa anual promedio del 7.7 por ciento, mientras que los habitantes lo hicieron al 2.1 por ciento, esto significa que los recursos públicos crecieron 3.7 veces más que la población. Sin embargo, los promedios son engañosos. Recuerdo las palabras de nuestro profesor de estadística, cuando explicó el tema con un ejemplo sumamente gráfico. Imaginemos -nos dijo-, una persona cuyo pie derecho está colocado sobre un bloque de hielo y su pie izquierdo sobre una fogata; aquel individuo estaba sufriendo, pero su temperatura promedio era buena.

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Sexenios de vacas flacas. En este grupo se ubican Román Cepeda, Raúl Madero, José de las Fuentes y Miguel A. Riquelme. Los peor librados, con tasas de crecimiento presupuestal negativas fueron los tres primeros. Hay que recordar el caso del general Madero, en cuya gestión fueron frecuentes las protestas de los profesores ante la falta de pago. El “Diablo” de las Fuentes sin duda fue el peor librado, pues en su sexenio el presupuesto registró una tasa negativa del 7.6 por ciento anual. Aquí hubo una fuerte ilusión monetaria, ya que este gobernador inició su sexenio con 7 mil millones de pesos para cerrar con más de 100 mil, sin embargo, al tratarse de pesos corrientes, estos fueron pulverizados por la inflación, además, tuvieron lugar dos drásticas devaluaciones, así, sin dinero, este gobernador no tuvo más remedio que nadar de muertito.

Sexenio de vacas gordas. El otro grupo está integrado por los ocho gobernadores cuyos presupuestos crecieron más que la población, destacando con incrementos superiores a dos dígitos: Braulio Fernández, Eulalio Gutiérrez, Óscar Flores Tapia y Eliseo Mendoza, aunque tratándose de este último, su sexenio mostró un comportamiento atípico, ya que transitó los primeros cinco años con restricciones, para dispararse en el sexto año. Aquí se ubican también, Rogelio Montemayor, Enrique Martínez y Humberto y Rubén Moreira.

La devaluación del peso afectó negativamente las finanzas estatales de manera drástica a los sexenios de Román Cepeda, cuando la moneda pasó de 8.65 pesos por dólar a 12.50 en 1954, y a José de las Fuentes, al desplomarse el peso de 46 a 149.50 pesos por dólar en 1982 y luego al pasar de 210 a 447.50 pesos por dólar en 1986. Lo anterior prueba el impacto negativo de la devaluación del tipo de cambio sobre el presupuesto estatal. En el periodo comprendido en estos 12 sexenios, se registraron dos crisis en las finanzas estatales; la primera, en 1975 en el gobierno de Eulalio Gutiérrez y la segunda, en 2011, en la gestión de Humberto Moreira y Jorge Torres, a esta última hay que agregar a los ingresos ordinarios presupuestales, los recursos provenientes de los créditos bancarios.

Así, el total de ingresos recibidos en el “Gobierno de la Gente,” ascendió a 255 mil 963 millones de pesos -siempre a precios constantes-, mientras que los ejercidos por su antecesor inmediato, Enrique Martínez, sumaron 151 mil millones de pesos. La diferencia fue del 69 por ciento. A partir del gobierno de Rubén Moreira y hasta la fecha, el presupuesto de egresos ha mostrado un raquítico crecimiento, por debajo del 2 por ciento promedio anual en términos reales; al parecer hemos entrado a una etapa de vacas flacas.

Redondeo: AHMSA es la espinita clavada en el corazón de Coahuila.

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