Símbolos del arranque de Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez

Opinión
/ 6 marzo 2024

Claudia arrancó en el Zócalo de la Ciudad de México, Xóchitl empieza en Fresnillo. La exjefa de Gobierno es recibida en la plenitud del poder con una plaza llena, mientras que la exsenadora arranca a pie con un nutrido grupo de zacatecanos. Una en el centro del poder, la otra en una de las ciudades más inseguras del mundo.

Los arranques de campaña de las dos candidatas a la Presidencia de la República fueron ricos en símbolos que marcarán el tono y estilo de la campaña. Son una probadita de lo que veremos en los siguientes meses.

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Claudia parece inalcanzable. Nos la venden como la presidenta inevitable, para que vayamos acostumbrándonos a ella. Sus eventos son masivos, no concede entrevistas a menos que estén muy arregladas de antemano, pareciera que no quieren exponerla, arriesgarla, no es muy empática que digamos. Les recomiendo ver la entrevista que le hizo López-Dóriga, pueden encontrarla en YouTube. Analicen a Claudia, la candidata, pero no dejen de sorprenderse del papel que asumió Joaquín, el entrevistador.

Xóchitl apuesta a lo opuesto. La comunicación no es un problema para ella. Se le facilita la cercanía. Su trato es natural y qué bueno. Porque viniendo de abajo necesita recurrir a toda la posible astucia y cercanía con el electorado. En su caso, todos los días sobran las entrevistas y el contacto directo, los eventos masivos, en realidad, son la excepción, aunque los que ha tenido han sido exitosos.

Para Claudia el país se encuentra y avanza en óptimas condiciones. López Obrador es un gran Presidente y ella sólo llegará a continuar la tarea de su líder y mentor. Entre ella y AMLO no existen diferencias, confiesa a López-Dóriga, aparte de las diferencias propias de género y personalidad, lo demás será parecido, si no, idéntico.

Xóchitl, por su parte, ha lanzado toda una ofensiva contra López Obrador. Tanto en lo económico como en lo político o en materia de seguridad, para la líder opositora, el país está cayéndose a pedazos. El único terreno que no va a rebatir es el de los programas sociales. La adicción de políticos y beneficiarios a este tipo de programas es de tal magnitud que no hay manera de oponerse a ellos. Las últimas semanas Xóchitl ha concentrado sus ataques en la inseguridad pública, muy bien a mi modo de ver, aunque con propuestas muy limitadas y simplonas. Parece ser que a Rubén Moreira no se le ocurrió nada más que el Modelo Bukele de El Salvador, que es similar al Modelo Coahuila de Rubén.

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También es interesante la actitud asumida por el poder político. El discurso presidencial es absolutista, en su gobierno no existe el error, la transformación ha sido un éxito contundente. La política de seguridad púbica es tan exitosa que hasta se dio el lujo de suspender las reuniones sobre seguridad, pues no hay mucho que discutir. Así lo dijo en su mañanera. Siempre he creído que una de las mejores armas defensivas de un mal gobierno es el cinismo, negar lo obvió a pesar de toda evidencia. Calumniar al adversario, pese a la evidente falsedad de su dicho.

Sucedió lo contrario en los gobiernos de Zedillo, Fox, Calderón o Peña Nieto. Forzados por las circunstancias y para apoyar a su candidato, hacían un “mea culpa” que exculpara a su delfín. Los fallos solían ser culpa del presidente saliente, los aciertos sucedían gracias al candidato oficial. Nota aparte sería el fuego amigo del que fueron objeto los cuatro presidentes. Hoy AMLO goza de un absoluto cierre de filas al interior de su partido, aunque no falta mucho para el desplome, así es el sistema, las reglas no cambian.

X:@chuyramirezr

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