Tipología postelectoral y preinaugural

Opinión
/ 15 junio 2024

Se va abriendo el abanico de los tipos de reacción. Cada persona va escogiendo lo que la tipifica en este duermevela, claroscuro en que pueden repartirse etiquetas abigarradas y múltiples.

El mismo licor de la elección se vierte en variados recipientes de distintas formas, colores, tamaños y consistencias.

Va articulándose la tipología post-electoral al lado de la pre-inaugural, antes de banda tricolor y juramento patriótico.

TIPOS Y TIPEJOS

Podemos distinguir a los decepcionados. Los que sintieron que se reventó el globo de sus ilusiones. Unas cifras crecientes se presentaron como resultado demoledor. Dejan entrar todas las sombras, las depresiones y no dejan de contar el drama de su decepción.

En contraste, aparecen los esperanzados. Aceptan la situación con realismo y son capaces de descubrir oportunidades, horizontes, sorpresas aprovechables para mejorar y avanzar hacia sus objetivos.

No faltan los inculpadores que se acusan a sí mismos y reparten culpas hacia todos los rumbos porque no se alcanzaron sus metas. Los victimados son quienes permanecen en lamentación y en melancolía y experimentan lo sucedido como aplastante, injusto e insoportable.

Por ahí andan los asustados. Acercan fantasmas para asustarse con ellos, inventan conspiraciones y enlaces internacionales. Atribuyen intenciones perversas a todos los diferentes y se hartan de informaciones alarmantes para aumentar el pavor. A su lado caminan los intimidadores, profetas de calamidades, arúspices de desastres, vaticinadores apocalípticos, transmisores efectivos de falsas noticias terroríficas.

MADUREZ CIUDADANA

La madurez ciudadana no pierde serenidad. No se deja agitar por todos los vientos como veleta enloquecida.

Y sabe que hay pros y contras, cizaña y trigo, vino y veneno. Descubre que la tarea es el discernimiento para no confundir gato con liebre.

Sigue intentando lo óptimo, sabiendo que enfrentará lo pésimo para una unidad victoriosa, sin hegemonías ni exclusivismos.

PLANOS REGULADORES

Son muy útiles si se diseñan con sabiduría. Las ciudades que los tienen evitan los caprichos, las discrepancias, los pegostes, las construcciones provisionales, lo funcional no cancela lo histórico y lo tradicional.

Un buen plano regulador es como el ADN urbano que va ensartando aciertos orgánicos que juntan belleza con modernidad.

Se descubre el tipo ideal y se vencen los obstáculos principales, usando los medios más eficaces para obtener resultados valiosos.

TRANSICIÓN,TRANSFORMACIÓN, ADAPTACIÓN

En la transición hay abandono y estreno. Se aprende a decir adiós y a decir hola. Es tiempo de despedida y de bienvenida. No ayudan ni nostalgias con apegos ni precipitaciones aceleradas.

En una transformación cambian estructuras, procedimientos y actitudes. No es conformismo ni gatopardismo de cambio simulado para quedarse repitiendo más de lo mismo. No es solo pomada calmante sino cirugía liberadora.

Y la adaptación es virtud evolutiva que conserva progresando y progresa conservando. Une los contrarios, superando conflictos en complementación enriquecedora.

PASTA DE CONCHOS

Perforar hasta encontrar algo: herramienta, botas... y...

Se aprende la importancia de la previsión y de los mantenimientos. Se detectan las omisiones graves hasta ahora impunes.

Quedan a la vista las extracciones inhumanas y se imagina la futura robotización de la minería...

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