¿Tus KPI’s impulsan el crecimiento... o lo boicotean?
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Un equipo comercial fuerte no es aquel en el que todos venden igual, sino aquel en el que cada uno aporta desde su fortaleza
Este artículo nació de una conversación con Juan, un director comercial que buscaba profesionalizar su área. Después de años de crecimiento por inercia, notó que el desempeño entre vendedores era muy desigual y que el equipo comenzaba a perder foco y motivación. Su intención era diseñar un sistema de indicadores objetivos que le permitiera tomar decisiones más justas y precisas.
El borrador que me compartió tenía buen enfoque: incluía indicadores de resultado (ventas, retención y crecimiento) y algunos de gestión (tasa de conversión, satisfacción del cliente e intensidad comercial). Pero detrás de esa estructura bien armada había un problema de fondo: todos los indicadores asumían que los vendedores partían de las mismas condiciones. Y no era así.
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Estas fueron las preguntas que le hice a Juan:
1) ¿Todos los vendedores dirigen su esfuerzo al mismo mercado o tipo de cliente?
Desarrollar distintos mercados implica desafíos culturales, niveles de competencia y grados de madurez que influyen profundamente en la labor comercial. El tamaño y potencial del mercado deben considerarse al definir indicadores. Por ejemplo, para vendedores enfocados en prospectos grandes o VIP, pueden integrarse indicadores específicos como diagnósticos gratuitos o levantamientos de necesidades.
2) ¿Todos los vendedores tienen el mismo rol dentro del equipo?
Un vendedor que busca nuevos clientes (hunter) debe ser medido por volumen y costo de adquisición de cuentas. En cambio, quien desarrolla clientes actuales (farmer) debe ser evaluado por retención, upselling, cross-selling y pocket share (porcentaje del presupuesto que nos asigna). Incluso puede haber roles como generadores de citas para vendedores senior, que requieren indicadores propios, como reuniones agendadas con tomadores de decisión.
3) ¿Todos desarrollan el mismo canal de venta?
No es lo mismo vender en campo cara a cara (indicador: citas con tomadores de decisión), atender prospectos en ferias industriales (contactos clave); trabajar en mostrador (porcentaje de cierres y ticket promedio); o concretar ventas de leads digitales (porcentaje de cierre). Cada canal exige habilidades, tiempos y estrategias distintas. Medirlos igual es perder de vista el esfuerzo real. Para cada canal deben definirse indicadores de resultado y de gestión.
Cuando los indicadores se adaptan al contexto de cada vendedor, los resultados cambian profundamente:
1) Fomenta comportamientos efectivos y éticos. Los vendedores enfocan su energía en lo que realmente genera valor: entender al cliente, calificar bien y construir relaciones sólidas. No necesitan forzar cierres ni sacrificar márgenes.
2) Aumenta la motivación y retiene talento. Sentirse medido con justicia eleva la confianza, reduce la rotación y fortalece el propósito del equipo.
3) Mejora la precisión de las proyecciones comerciales. Al reflejar la realidad de cada segmento, las metas se vuelven alcanzables y las decisiones más confiables.
4) Fortalece la estrategia y la cultura del equipo. Medir con inteligencia alinea el crecimiento individual con el propósito del negocio. Un equipo comprendido y retado en equilibrio se convierte en motor estratégico.
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Un equipo comercial fuerte no es aquel en el que todos venden igual, sino aquel en el que cada uno aporta desde su fortaleza. La evaluación debe ser una conversación, basada en indicadores cuantitativos y cualitativos.
Y cuando decimos “conversación”, no nos referimos a informalidad, sino en profundidad. Esto implica entender el contexto, interpretar los datos, reconocer el esfuerzo y retroalimentar con inteligencia. Es en esa conversación donde los indicadores se humanizan, se alinean con el propósito y revelan el verdadero potencial de cada persona.
Por eso, compara el desarrollo de cada persona con el que tuvo ayer, para entender si tiene potencial mañana. Esto aplica no sólo para el vendedor, sino también para ti, querido lector.
En tu vida, podrás tener una oportunidad definiendo tus indicadores de gestión (hábitos) que te llevarán a conseguir los de resultados (metas).
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LinkedIn: Alberto Cárdenas Aldrete