Un 25 de diciembre nació el dios Mitra. [O el sol en mis ojos]

Opinión
/ 23 diciembre 2023

Miraba con fijeza el sol del mediodía cuando tenía unos cinco años de edad. Hacía esto a solas, pues sabía que me reprenderían mis padres -como ocurrió cuando se dieron cuenta-. Así que luego de andar corriendo entre el polvo y trepando lilas con el hato de niños que seguramente se disolvía para irse a comer a sus casas, después de probar una limonada hecha por Lupita, me iba al patio trasero y quién sabe por qué arrebatos me colocaba entre aquellas palmeras que plantó mi madre. Así, en posición firme veía al sol, intentando infructuosamente mirarlo cara a cara.

En ese duelo de segundos, se desmenuzaban sus rayos en mi interior y algo de su figura blanca entraba en mi registro visual. Luego, raudamente lágrimas formaban albercas mínimas desbordándose por entre los párpados inferiores, y como hilos líquidos, se sumaban al agua salada que salía por los extremos de los ojos y resbalaba por ambos costados del rostro. Yo me decía que en el siguiente intento finalmente le vería completo. Pero el sol en diálogo con mi cuerpo, no me permitía llegar a más.

Es el sol, una estrella que penetra para que en distintas mezclas germine la vida. Y es el sol, esa entidad de gran poder que hemos olvidado, de la que a veces nos cubrimos como huyendo de una maldición, la que fue adorada en la antigüedad. Estamos a un día de la fecha de su nacimiento. Ocurrió de la misma forma en la que se dice que los reyes magos fueron a rendir culto al niño dios cristiano al nacer. También Mitra, considerado el hijo del dios Sol, recibió la visita de magos guiados por una estrella, quienes arribaron a la cueva en donde Mitra abrió sus ojos un 25 de diciembre. Los orígenes de esta narrativa se encuentran allá por el 1400 antes de Cristo en la antigua Persia, hoy llamado Irán, con otra ficción que marca también su nacimiento.

Esta adoración a Mitra luego de la caída del imperio persa en el 330 a. C., fue recibida por el imperio romano y sufre una hibridación allá por el 62 a. C., compitiendo por fieles con el cristianismo.

No es accidental que Mitra naciera el 25 de diciembre cuando se celebra el solsticio de invierno. Solsticio significa etimológicamente sol quieto. Y si bien, inicialmente el dios cristiano encarnado en Jesús había nacido un 6 de enero según se referenciaba, una fecha que se conmemoró hasta el siglo IV en forma general y que sigue vigente para los judíos ortodoxos. Pero se buscó desplazar el nacimiento de Jesús para el 25 con el objetivo de sepultar la fecha del nacimiento de Mitra, deidad solar, y con este cambio, se proponía que se extinguiera la devoción hacia él. En el año 391, el mitraísmo fue declarado ilegal por el emperador Teodosio y sus creyentes sufrieron persecución de parte de los cristianos. Así, esta práctica fue suprimida y eliminada en elimperio romano.

Los primeros adoradores de Mitra fueron pastores. En relatos que dieron a luz su culto, también se decía que había nacido en forma humana de una roca, y que luego de matar a un toro sagrado, cuya sangre fertilizó la tierra, ascendió a igual que Jesús, a los cielos, donde vive entre los inmortales.

Hay similitudes entre la adoración a Mitra y la adoración al Jesús cristiano: en ambas existe la creencia de que la vida es un peldaño anterior a una vida eterna a la que se accede luego de la muerte. Y claro, en ambas, las salidas son o a la felicidad o el sufrimiento eternos.

El vocablo sol proviene del latín sol, y más antiguamente de una antigua raíz germánica: swen, que derivó en el alemán sonne y en el inglés sun.

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