Verdad en crisis: Tiempos de la posverdad o la mentira avalada

Opinión
/ 23 diciembre 2024

La verdad suena incluso como algo que no es necesario, algo que estorba porque no complace y no se tuerce en beneficio de algún interés

Ha llegado el punto tal de que una construcción inacabada por algún gobierno no es una construcción inacabada, se anuncia como un edificio funcionando descrito en informes oficiales como un logro concluido. Curioso cómo incluso un aforismo como el de Gertrude Stein va por el reconocimiento de algo que es: “rosa es una rosa es una rosa es una rosa”. Por tanto, una construcción inacabada es una construcción inacabada, no un edificio funcionando.

Sin embargo, estamos en tiempos de la posverdad, donde la falsedad y el deseo de poder, en alianza con la tecnología, pueden presentar como hecho un edificio con ayuda de la manipulación de imágenes. O incluso sólo se deja como algo descrito en el papel; ¿quién iría a verificar tal o cual cosa lejana?

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Aun con esta tendencia, lo cierto es que la verdad emana de la realidad, de lo que se hace. Es así. Estamos insertos en un mundo material, no en el de la virtualidad, aun cuando destinemos energía, pensamiento y tiempo a dar fuerza al mundo virtual.

Si bien la mentira siempre ha existido, la posverdad es para Maurizio Ferraris, filósofo italiano quien acuñó este término, un síntoma que capta la esencia de la era contemporánea. La posverdad es un objeto social concreto en el sentido de sus resultados, es tan real para Ferraris como lo es la recesión económica, y no sólo se le encuentra en la escena política, sino que surge del río de información de la opinión pública y, como tal, inunda la red.

Esta red da forma a un mundo irracional en donde la falsedad se maquilla muy bien. Y las tendencias virtuales permiten afirmar, peligrosamente, que la “razón” del más fuerte, es decir, de quien busca torcer la realidad con medios de influencia digital y “noticias” pagadas, es mejor que la razón.

¿Por qué es peligroso? Porque se produce un debilitamiento de los relatos que daban culto al saber y al hacer. De la narrativa de los acontecimientos y su devenir histórico.

Ahora, la posmodernidad está caracterizada por el culto al individualismo, por su oposición al racionalismo y, por tanto, por una ingente ausencia de compromiso social. Además, se esmera en decir, mediante todas sus manifestaciones, que la realidad no existe. Así potencia lo falso.

No existen, al decir de Nietzsche, los hechos, sólo las interpretaciones. Menuda afirmación que se basa en un juego de palabras y no en la realidad que designan estas mismas palabras. De este modo, cualquier argumento puede ser −como lo es− nulificado. Ergo, tiene la razón aquel que tenga los medios y los recursos para instaurar su “verdad” y su “realidad”.

De manera amenazante, la posverdad es una fuerza conservadora que ha encontrado en la estructura socioeconómica y política imperante, su legitimación. Se ven imágenes circulando, pero ¿existirán en toda su complejidad?

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En la época moderna se privilegiaba el respeto a la verdad. Ahora la verdad suena incluso como algo que no es necesario, algo que estorba porque no complace y no se tuerce en beneficio de algún interés.

De este modo, en este país y en el resto de los países, se sigue el trayecto ilusorio de la posverdad. Lo vemos a diario en imágenes manipuladas, “noticias” generadas por cuentas falsas y afirmaciones que no tienen nada de verdad, salvo las carretadas de recursos para diseminarlas en el río diario del que todos bebemos indiferenciadamente.

El vocablo verdad proviene del latín veritas, compuesto por verus, que refiere a verdadero y posee el sufijo -tat que significa cualidad. De verus también derivan averiguar y verificar.

Nacida en Monclova, Coahuila. México, en Junio 3 de 1969. Licenciada en Ciencias de la Comunicación. Maestra en Historia de la Sociedad Contemporánea. Doctora en Ciencias y Humanidades para el Desarrollo Interdisciplinario. Ha publicado entre otros, “Los frutos del sol“ (Castillo MacMillan 2005) libro infantil y poemarios entre los que figuran Casa de sol (FECA-CONACULTA 1995), “Ruido de hormigas“ (Gatsby Ediciones, 2005), Carne para las flores, antología personal (Aullido libros, España 2011), Las flores desenfundan sus espinas, antología personal (Secretaría de Cultura de Coahuila, 2013) y “Donde la piel“ (Mantis Editores/CONARTE, 2019). Aparece en “Anuario de poesía mexicana“ (Fondo de Cultura Económica, 2006).

Obtuvo el primer lugar en fotografía Coahuila luz y forma 2003. En poesía, recibió beca del FONCA, estímulos como joven creadora y como creadora con trayectoria del FECA y del PECDA en varias ocasiones. Fue becaria FORCA-Noreste 2011-2012, en Lima, Perú donde impartió talleres sobre poesía objetual. Como invitada de honor del Festival Internacional de Teatro Tánger 2013 en Marruecos, se leyó su poesía traducida al árabe. Parte de su trabajo también tiene versiones en inglés, alemán, portugués y francés. Entre las revistas en las que ha publicado, destacan el número inaugural de la revista de poesía contemporánea de Valencia “21veintiúnversos“, ( octubre de (2015), y “Lichtungen“ (noviembre de 2016) en el apartado “Literatura del norte de México“, en el que sus poemas fueron traducidos por Christoph Janacs.

Fotografías medio ambientales, video poemas y atmósferas sonoras fueron exhibidos en la Galería Mohammed Drissi de Tánger (Julio-agosto 2021). Participó en la muestra de arte coahuilense titulada Segar el mar, dentro del 49 Festival Cervantino. Parte de su trabajo se encuentra en el portal virtual www.thenatureofcities.com, al lado de artistas medio ambientales del mundo. Actualmente es Directora de Divulgación Científica en el Museo del Desierto.

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