Vidas de perros ilustres según Sergio Pitol

Opinión
/ 8 noviembre 2023

Ya he dedicado un par de columnas a dos perros ilustres de la literatura: Flush, el cocker spaniel de la poeta Elizabeth Barrett Browning, retratado hábilmente por Virginia Wolf en una memorable biografía novelada y Colmillo Blanco, el perro lobo de Jack London. Volví al tema canino gracias a “Corazón de Perro” de Mijaíl Bulgákov. Sergio Pitol, maestro de maestros en el arte de escribir sobre libros, prologa esta obra. En un apartado detalla las “vidas de perros ilustres”. Aquí enumera algunas narraciones de fama donde los perros ocupan un lugar protagónico. Muchas veces su presencia resulta un símbolo de lealtad, compañerismo, humildad o nobleza. A continuación comentaré la lista perruna de Pitol y agregaré otros canes entrañables.

Perros en español. Los primeros en aparecer en el prólogo ya referido son Berganza y Cipión, personajes del llamado “Coloquio” o “Coloquio de los Perros” de Miguel de Cervantes. Este cuento-novela es una historia que aparece en “El casamiento engañoso”, una de las “Novelas ejemplares”. Los cuentos dentro de los cuentos es un recurso muy usado en la literatura cervantina, especialmente en Don Quijote de la Mancha. En el coloquio, dos perros adquieren repentinamente la facultad de hablar. Berganza relata la historia de su vida a su amigo Cipión. A través del diálogo, se hace una crítica a la naturaliza humana. “Los comentarios de Cipión sobre el arte de narrar, sabiamente apoyados en doctas citas griegas y latinas, llegan a convertirse en algo así como el eje de esta novela ejemplar”, apunta Pitol.

Un cuento inolvidable. Antón Chéjov, el célebre escritor ruso, nos dejó uno de los relatos clásicos en la literatura de perros con “Kashtanka”, un animalito descrito como “canelo” y “joven” que vive con un carpintero y su hijo. Un día Kashtanka se pierde y empieza una odisea de aventuras. Un payaso de circo lo adopta y después de una serie de peripecias, el perrito regresa con su antiguo dueño. Pitol reseña sabiamente: “Al leer a Chéjov, la palabra ‘alma’, tan usada por él, se nos impone una y otra vez, hasta convertirse en la verdadera protagonista de todas sus historias”.

Un gólem canino. “Corazón de Perro”, de Mijaíl Bulgákov, es una novela satírica de tintes más oscuros que las obras citadas. Pitol apunta que el “perro positivo”, el can idílico como Kashtanka o el buen Flush, no aparecerá por aquí. En esta historia Shárik, un perrito de la calle, es reclutado por un endocrinólogo que hace experimentos con él. Le trasplanta una hipófisis humana para “encontrar el secreto de la eterna juventud”. Pero todo sale mal porque a Shárik le injertan glándulas de un maleante y poco a poco el animal se transforma en algo parecido a un hombre perverso. Por esto, Pitol clasifica la historia dentro de los relatos golémicos, en los que una persona juega a ser Dios y crea un ser terrorífico, al estilo de Frankenstein.

Otros perros. Sergio Pitol agrega un par de nombres más, como el de Niki, una perrita fox terrier que aparece en la novela homónima de Tibor Déry, y al ya citado Flush. En su texto nos recomienda “Señor y perro” de Thomas Mann y “Mi perra Tulip” de J. R. Ackerley. Los perros memorables son muchísimos. El primero que conocí, tal vez, fue “El perro de los dos huesos” en la fábula de Esopo, pero uno de los más antiguos e importantes es Argos, el perro de Ulises. Cuando el héroe de La Odisea regresa a casa irreconocible, únicamente es descubierto por su fiel amigo. También destacan los perros de la literatura detectivesca, como “El sabueso de los Baskerville” de Conan Doyle o “El curioso incidente del perro a medianoche” de Flavio Ancan. En esta última, un niño con Asperger investiga quién asesinó al perro de su vecino. En otros géneros, como la poesía, abundan las obras dedicadas a los perros. Igualmente en el cine, las artes plásticas y en la música. La representación del perro conserva su nobleza a lo largo de los milenios. Una actitud que seguimos admirando, pese a los cambios y el tiempo.

COMENTARIOS

NUESTRO CONTENIDO PREMIUM