Centenario del clásico "Birth of a Nation", de David Wark Griffith
COMPARTIR
TEMAS
"Birth of a Nation" tuvo consecuencias políticas devastadoras, la organización racista Ku-Klux-Klan, que desde hacía décadas estaba disuelta, se reactivó.
Nueva York, EU.- Escenas demoledoras con música de orquesta: hombres enmascarados de blanco llevan a un negro ante un tribunal secreto. Los carteles son concisos y claros. Primero, "Proceso" y después "Culpable". El hombre es conducido a su ejecución. La película muda "The Birth of a Nation", de cuyo estreno se cumplen este domingo 100 años, muestra después su muerte por linchamiento.
Había "héroes", los "buenos", que daban ejemplo. También se mostraba a gente amable que asesinaba. Tras haber perdido la Guerra de Secesión, intentaban restaurar el viejo orden en Estados Unidos.
Aquella película muda tuvo consecuencias políticas devastadoras: la organización racista Ku-Klux-Klan, que desde hacía décadas estaba disuelta, se reactivó. Pese a ello, la obra de David Wark Griffith está considerada el número uno de los primeros blockbusters.
"Sí, con esa primera obra el cine despertó", elogió en cierta ocasión el director Martin Scorsese ("Taxi Driver"). Algunas obras de consulta la consideran "la primera gran película propagandística de la cinematografía".
El analista cultural Frank Kelleter del Instituto John F. Kennedy para estudios norteamericanos destaca la importancia de la cinta para el lenguaje fílmico. Griffith, señaló Kelleter, contribuyó a que esa forma de arte que es un largometraje de ficción se convirtiera en el estándar de Hollywood.
Griffith, considerado un genio artístico, habla de una organización secreta que hasta día de hoy sigue defendiendo la segregación racial y que aboga por la supremacía de las personas de piel blanca. Algunas de las cosas que se cuentan durante este largometraje de tres hojas -centrado en la historia de dos familias durante la Guerra de Secesión estadounidense- figuran en los capítulos más oscuros del racismo en Hollywood.
Y esa podría ser la razón por la que sólo un pequeño círculo de amantes del cine conoce la cinta, en la que gran parte de los negros fueron interpretados por blancos con la piel pintada.
"The Birth of a Nation" es "controvertida y abiertamente racista, pero también un hito y una obra maestra", sentenció el crítico de cine estadounidense Tim Dirks, quien enumera lo que aportó este pionero del cine. Por ejemplo, acompañar con la banda sonora un determinado movimiento en la imagen, imágenes nocturnas, escenas multitudinarias con cientos de figurantes, escenas al aire libre, escenarios y vestuario histórico. Y la lista todavía no está completa.
Pero aparte de sus méritos artísticos, "The Birth of Nation" contribuyó, aun cuando no era su intención, a impulsar la refundación del Ku-Klux-Klan y, sobre todo, marcó sus rituales.
Con su forma de exponer la guerra civil de Estados Unidos, Griffith tergiversó la historia. Al final de la película, los "salvadores" son los fundadores del "clan". Griffith muestra cómo las mujeres del sur cosen las vestimentas blancas y las máscaras con cortinas. Además, los miembros de esta asociación secreta persiguen y asustan a los negros con cruces en llamas.
"The Birth of a Nation" fue la película muda más exitosa de todos los tiempos. Sin embargo, no pocos críticos mostraron su indignación por cómo se exponían los hechos. Además, en varias ciudades grandes hubo disturbios racistas.
No obstante, lo más importante es lo que la película suscitó es que el Ku-Klux-Klan, que a principios de la década de 1870 había sido declarado disuelto, se reactivó poco después del estreno de la película con el clérigo metodista William Joseph Simmons.
"No puede ser una coincidencia histórica", señala el investigador Kelleter. "Sobre todo cuando se piensa en la atención mediática de la cinta y el impacto de la fuerza estética que determinados efectos tuvieron".
El hasta ahora símbolo más reconocible del clan, una cruz en llamas, lo tomaron los racistas de Griffith. El clan original no conocía este método como instrumento para atemorizar.
"Lo peor de "The Birth of Nation" es lo buena que es la película", concluyó Richard Brody, crítico del "New Yorker", en 2013.
Por Christof Bock/DPA