"Cloroformo": Zuria Vega se sube al ring
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La actriz que protagoniza la telenovela "Un refugio para el amor" recreará a una boxeadora en la serie "Cloroformo"
CIUDAD DE MÉXICO.- A sus 23 años, Zuria Vega ya está instalada en los protagónicos de la pantalla chica. Su versatilidad la ha llevado a experimentar personajes que van desde la estudiante citadina, asesina, policía federal, boxeadora, stripper y ahora una indígena de la sierra chihuahuense, con un pasado confuso que se aclarará a lo largo de su más reciente estreno, la telenovela Un refugio para el amor, en la que comparte créditos con Gabriel Soto.
Su faceta actoral es un legado de familia, una clara herencia de su padre, el también actor Gonzalo Vega, quien tiene una vasta carrera en cine, teatro y televisión. Los pasos de Zuria se encaminan por ese recorrido y hasta el momento ha probado las mieles de las tres plataformas en sus tan sólo cinco años de trayectoria, iniciada en 2007 con la serie Sexo y otros secretos.
Su responsabilidad actoral crece con Un refugio para el amor, producción de Ignacio Sada Madero, en la que no sólo lleva el papel principal por primera vez, sino que interpreta de inicio a una indígena. Para hacerlo, tuvo contacto directo con la cultura tarahumara y rarámuri durante la grabación de las primeras escenas en las Barrancas del Cobre, en Chihuahua. Ahí y en Real de Catorce, en San Luis Potosí, aprendió parte de la actividad de su personaje: crear jarrones de barro y pintar, además de hacer pulseras.
"Los días que grabamos en Chihuahua estuvieron los tarahumaras y nos tomamos una foto con ellos. Por el momento en el que están pasando ahorita, de falta de alimentos y sequía, se siente bien feo y de hecho mandamos un camión de ayuda.
"De alguna manera reflejará a esta cultura y eso está increíble: la ropa, la banda en la cabeza, todo eso de nuestro país. Los veía y me encantó. Lo que me costó mucho trabajo fueron las chanclitas que compramos allá: parece que estás descalza y cuando corríamos entre las piedras se desabrochan. Sin embargo, los indígenas caminan todos los días con esos huarachitos. Me tocó el corazón, pero sobre todo me da orgullo representar a nuestra cultura y conocer lugares que si no fuera por esta carrera, quizá no vería", afirmó Zuria Vega en entrevista con Función.
La actriz, a pesar de los nervios del estreno, está satisfecha de los resultados, pues tiene plena seguridad de lo que hace, a pesar de que la energía de este personaje requiere siempre de un alto nivel que hay que mantener a pesar de las jornadas laborales.
"Luciana Jacinto habla con un acento leve del norte y el reto es que cuando sonríe tiene que sacarte una sonrisa y cuando llora tiene que hacerte llorar, tiene que llevarte a estos extremos: está llena de vitalidad y energía, pero al mismo tiempo es una mujer muy centrada, no es arrebatada, sino muy aterrizada, pero sin perder la niñez que trae", explicó.
Zuria detalló que Un refugio para el amor es la oportunidad de plantear nuevamente una clásica historia de amor blanca, pero con personajes reales que no necesariamente caen en el estereotipo.
"El protagonista no es el príncipe azul bueno, Jessica Coch, quien es la villana, no es la típica mala y yo no soy la protagonista buena que sólo llora. Sin embargo, no se pierde el concepto de la clásica historia de amor", enfatizó.
Zuria prefirió no ver con antelación la versión anterior de esta historia, Morelia, que se realizó en 1995 para la pantalla chica mexicana.
"Cuando ves la versión anterior, sin querer queriendo, tienes en qué basarte. A mí me gusta plantear y proponer algo totalmente nuevo", dijo.
Acerca de las grabaciones, relató que se enfrentaron a climas extremos, pero que las locaciones son como un personaje más de la trama, por su belleza y características.
"Grabamos en las Barrancas del Cobre y después en Real de Catorce, en San Luis Potosí, y estos lugares se convirtieron en un personaje más en la historia, porque son lugares muy mágicos. A las Barrancas pudimos accesar en jeep, pero como la cámara está arriba se ve más riesgoso de lo que realmente es.
"Pasamos unos fríos horrorosos porque estaba muy alto, con climas bajo cero, pero lo extremo le tocó a Gabriel Soto y a Brandon Peniche, quienes se colgaron ahí, escalaron y se prepararon para hacer las escenas de una caída. Todo valió la pena", detalló.
Se pone los guantes
Suena la campana. Guantes listos, cámara y acción. Zuria Vega inició 2012 con dos proyectos importantes, que además de la telenovela, incluyen la serie Cloroformo, dirigida por Gustavo Loza y producida por Adicta Films, que aborda el mundo del boxeo.
Zuria tuvo que plantar los pies sobre el ring para interpretar a La Morrita Valery, una mujer que vive de los golpes, y enfrentarse en algunas escenas con boxeadoras reales como Mariana La Barbie Juárez, campeona peso mosca del Consejo Mundial de Boxeo.
"Gustavo es una garantía y le puso todo el corazón. Se fueron a Las Vegas y a la frontera a filmar y fue un reto complicado. Interpreto a una chava de Los Mochis, Sinaloa, con un acento peculiar. Me tocó grabar con actores increíbles a quienes les aprendí mucho y estoy muy agradecida y contenta.
"Hacer las escenas de peleas, aunque estamos cuidadas y protegidas, pero hay momentos densos. Nos subieron al ring, nos entrenaron y nos pusieron con campeones que sí te imponen, te da miedo y piensas: `yo soy actriz' (ríe). Nos entrenaron mucho tiempo, pero no es lo mío, porque no me gusta que me peguen, ni pegar, pero representarlo está padre.
"Para mí era un mundo desconocido, pero te empapas de información, conoces gente muy valiosa, historias impresionantes e interesantes que te ayudan a representar lo que necesitas. Es un deporte que respeto, aunque no me gustaría practicar, pero fue una experiencia increíble", reveló emocionada.
La actriz, quien recibió algún golpe --para hacerlo verídico en pantalla, aunque sin gravedad--, grabó escenas no sólo en el cuadrilátero, sino también en prisión, vecindades y barrios bajos que le darán realismo a la serie. Además derrotará a boxeadoras profesionales que son invictas, pero sólo en la ficción.
"Ves los dos lados de la moneda, por una parte hacer la telenovela y por otra hacer esta serie, fue algo chistoso. El ring impone, me puse muy nerviosa. Dos días fueron peleas de Valery: 13 horas arriba del cuadrilátero en las que quitaban y ponían sangre y una cámara que nos ponían en la cabeza para ver a la otra boxeadora, fue muy cansado, pero valió la pena. Vi muchas peleas, porque debido a que es un trabajo físico, si no lo haces bien se ve chafísima", dijo.
Zuria Vega se siente agradecida de abordar, a través de su carrera, diferentes aristas de la sociedad con sus personajes.
"He tenido la oportunidad de tocar papeles bien distintos en los que puedo tocar diferentes facetas. Me falta muchísimo, en esta carrera siempre se aprende algo nuevo y la mejor escuela es el set. Me faltan muchas cosas por hacer y aprender. Quiero hacer más teatro, más cine, más televisión y apenas voy empezando", concluyó.