Joseph Barbera, el creador de mundos animados
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Este hombre hizo de la risa un producto masivo. De su colaboración con Willliam Hanna surgieron Don Gato, Los Picapiedra, Tom y Jerry...
CIUDAD DE MÉXICO.- En el bosque de Yellowstone el Oso Yogui y compañía celebrarán por todo lo alto que hace cien años, el 24 de marzo de 1911, su creador Joseph Barbera llegó a este mundo, y con él las muchas aventuras que hasta la fecha se conocen de ese personaje y de otros más.
El centenario del natalicio del creador de los estudios de animación Hanna-Barbera sucede a la par del éxito en la taquilla mexicana de la primera cinta que tiene como protagonista a los osos Yogui y Bubbu; en nuestro país ha recaudado más de 40 millones de pesos en taquilla.
"Espero que la gente me recuerde como el creador de varios personajes cálidos, divertidos y amados, los cuales puedan hacer que todo mundo sea feliz y sonría", comentó el artista en una entrevista para la Archive of American Television, en 1997.
El Oso Yogui, serie animada que apareció por primera vez en los años 50, surgió de la mancuerna que Joe, como también era conocido, hizo con William Hanna en 1937. Ambos formaron uno de los equipos de animación que más fuerza han tenido en Hollywood, pues también son autores de otros personajes como Huckleberry Hound and His Friends, Don Gato y su pandilla, Scooby Doo, Johnny Quest, Los Picapiedra y Los Supersónicos y Tom y Jerry.
Fue gracias a estos últimos personajes que los animadores cosecharon sus primeros éxitos, respaldados por los estudios MGM (Metro Goldwyn Mayer), con los cuales crearon diversos proyectos televisivos, aunque originalmente sus trabajos comenzaron en el cine. Las batallas campales del gato y el ratón, a la postre obtuvieron como recompensa siete premios Oscar, ocho Emmy, y el otorgado por el Consejo General de la Academia de Hollywood.
"La animación es un alivio sobre lo que sucede en el mundo. Uno se levanta por la mañana y prende la radio, y se oye que un puente desapareció en Albany (Nueva York), una bomba ha explotado aquí y que hay una inundación sobre la Costa Este. Entonces prenden la TV y visualizan todo. A todo color, nada menos; ¿dónde está el alivio? Esto es lo que hacemos: Proveemos alivio en un producto de fantasía. Es importante hacer a la gente olvidar lo que está pasando", se lee en el portal imdb.com.
En 1957, Barbera abandonó MGM y, junto con Hanna, inició los estudios Hanna-Barbera, con el objetivo de producir dibujos animados para televisión y cine. El trabajo de Joseph era escribir y realizar bocetos, mientras William se encargaba del ritmo de la animación, elaboración de guiones y elección de empleados.
"El trabajo de ambos se combinaba a la perfección. Barbera aportaba los chistes y los ingeniosos dibujos; Hanna, su simpatía y sentido de la oportunidad.
"Este equipo de guionista y director podría conservar el récord de producir dibujos animados de alta calidad con los mismos personajes año tras año, sin solución de continuidad ni alteraciones en la rutina", escribió el crítico Leonard Maltin en su libro Of Mice and Magic, sobre el trabajo de ambos.
Y para reforzar lo anterior, el comunicado enviado por el director de Warner Bros., el 18 de diciembre de 2006, cuando Barbera falleció:
"Los personajes que Joe creó, junto con su compañero William Hanna no son solamente estrellas animadas, sino también una parte muy importante de la cultura estadunidense. Sabemos que su familia y amigos lo extrañarán, pero Joe seguirá vivo a través de su trabajo", señaló.
"Sus series no pierden vigencia porque siempre han reflejado a la sociedad. No había familias disfuncionales, sus dibujos se apegaban más a la época, a la de los 50 o 60. Había antagonistas, pero no violencia", comentó Mauricio Gil, dibujante del Comic Club del Museo Municipal de Guayaquil, Ecuador.
La vigencia del trabajo de este creativo no queda sólo en los clásicos ya mencionados, sino que gracias al tipo de animación inventado por ellos para reducir costos es que ahora existen programas como Los Simpson o Southpark.
Hacia 1960, debido a los altos costos de producción que se generaban para hacer una caricatura, Hanna-Barbera implementó nuevas técnicas de animación que resultaban más rentables, pero que sacrificaban la calidad artística del producto, siendo de nueva cuenta Tom y Jerry los utilizados para dar vida a esta técnica llamada "animación limitada".
"Este paso lo dimos por la desesperación. Los MGM habían cerrado, de repente nos quedamos sin trabajo, la situación económica no era buena, así que debíamos improvisar", comentó Barbera en una entrevista con Joe Bevilacqua en 1990.
En esta técnica los programas se centraban en el diálogo en lugar de detallar los dibujos, pues originalmente para animar cortos de siete minutos se utilizaban 14 mil, y con esta técnica tan sólo se recurría a dos mil.
También recurrieron a la utilización de veloces cambios de escenario para mejorar los efectos, pues según Barbera, en una entrevista otorgada a la Archive of American Television en 1997, tuvieron que escoger entre adaptar el presupuesto de la televisión o cambiar de carrera.
Luego de la muerte de William Hanna, en 2001, Barbera siguió trabajando como productor ejecutivo de Warner Bros. Animation, realizando series como ¿Qué hay de nuevo Scooby-Doo? y Tom and Jerry Tales. Su último trabajo fue la película animada Tom and Jerry: A Nutcracker Tale, la cual vio la luz un año después de su muerte.
La vida de este genio de la animación terminó el 18 de diciembre de 2006, a los 95 años, por causas naturales en su residencia, estando a su lado su esposa Sheila.