Facundo Cabral siente que volvió a nacer

COMPARTIR
TEMAS
Tras someterse a operaciones para extraerle dos tumores, el cantante pensó que le quedaba poco por vivir
El cantautor argentino Facundo Cabral afirmó hoy aquí que siente que volvió a nacer después de haberse sometido en los últimos cuatro meses a delicadas operaciones para extirparle dos tumores.
"Yo ya me había despedido de la vida, ya hasta había regalado algunas cosas", contó el artista en entrevista x en Buenos Aires, donde se encuentra en pleno proceso de recuperación y con planes de volver a México, país al que considera su segunda patria.
El autor de No soy de aquí, ni soy de allá, un emblema de la trova latinoamericana, advirtió que en noviembre pasado, cuando le diagnosticaron en Estados Unidos un tumor de páncreas, sintió que ya le quedaba poco por vivir.
Por eso, antes de venir a su país natal para operarse, y fiel a su espíritu nómada, pasó por otras ciudades para despedirse de lugares y de gente, tan convencido, que hasta regaló su guitarra en Costa Rica.
La intervención culminó bien, el pronóstico era bueno, pero en febrero pasado los médicos le encontraron otro tumor, ahora en la vejiga, lo que lo llevó de vuelta a la sala de operaciones, de donde salió apenas la semana pasada, con sus 72 años a cuestas.
Los médicos son optimistas y le han permitido a Cabral ilusionarse con realizar un viaje a Centroamérica en abril próximo y, si todo avanza como él espera, en mayo podría estar en México, cantando ante un público que lo adoptó desde que lo conoció, en la década de los 70.
"México fue el primer país que me reconoció. El primero que creyó en mí, y eso siempre lo voy a agradecer", dijo el cantante apoyado en un bastón que no suelta ni para sentarse, y rodeado de los libros y discos que guarda desde hace 20 años en un cuarto de hotel.
Con una sonrisa, recordó el fortuito encuentro que tuvo a las puertas de Televisa con Jacobo Zabludowsky, el periodista que le dio su primera gran oportunidad de mostrarse en la televisión mexicana, recién llegado al Distrito Federal, en 1972.
Creyente de Dios, del destino, del orden, de "algo", Cabral explicó que estar tan cerca de la muerte lo ha hecho mejor persona, "más consciente de lo finito, de que todo acaba, y de que hay que disfrutar ahora".
Ahora siente que la vida le está dando una segunda oportunidad y así se lo demostró la visita que le realizó la semana pasada el amigo que vino a devolverle la guitarra que le había regalado en Costa Rica, convencido de que Cabral seguirá cantando.
"Y es cierto. Si me la quitan (la guitarra) entonces sí es como si me quitaran el corazón, ésta es mi vida", susurró mientras acariciaba la madera y rasgaba algunos acordes, a modo de despedida.