"El árbol": Cuando Reygadas encontró a Rosales
COMPARTIR
Santiago es el protagonista de este filme, al que sigue cámara al hombro durante setenta minutos. Es un hombre mexicano interpretado por el pintor Bosco Sodi, que deambula por el barrio madrileño de Malasaña.
San Sebastián, España.- Tras su paso por festivales como Rotterdam, BAFICI o Guadalajara, "El árbol", la coproducción entre dos de los lenguajes cinematográficos hispanos más singulares, el español Jaime Rosales y el mexicano Carlos Reygadas, se vio en la sección Horizontes Latinos de San Sebastián.
Su nexo de unión era un joven madrileño llamado Carlos Serrano Azcona, estudiante de cine en Londres junto a Rosales y novio de una compañera de Reygadas en un máster de Derecho Internacional. Y ahora, él es el que debuta en el cine apadrinado por los otros dos.
"Además de la amistad, hay afiliación al tipo de cine. Un vínculo de mucho respeto que me ha dado mucha libertad para hacer la película", reconoció Serrano en una entrevista con Efe.
"El árbol" hereda el cine contemplativo y exigente con el espectador medio que predican los realizadores de "La soledad" y "Luz silenciosa".
Santiago es el protagonista de este filme, al que sigue cámara al hombro durante setenta minutos. Es un hombre mexicano interpretado por el pintor Bosco Sodi, que deambula por el barrio madrileño de Malasaña.
Separado, sin poder ver a sus hijos y recién despedido del bar de un amigo, vive "una situación circular neurótica, un laberinto, uno de esos momentos de la vida en los que cambiar es tan difícil que requiere algo más que la intención de uno mismo", explica Serrano Azcona.
Esta coyuntura es, según el director, autobiográfica y muy habitual en las grandes ciudades, "donde abunda la alienación, la soledad. Donde cuesta encontrar un interlocutor con el que abrirse".
Y así, después de una amplia primera parte presidida por un lenguaje hiperrealista, casi documental, la cinta se abre a un surrealismo con toques esotéricos que buscan "la única salida a esta situación. Una salida espiritual".
Influenciado por realizadores como los hermanos Dardenne o Gus Van Sant, define su película como una muestra de "cine adulto", algo con lo que explica el hecho de que haya recibido una puntuación baja en el Premio de la Juventud, al que opta en el certamen donostiarra.
"Quizá la película necesita gente con más experiencia para identificarse con ella. Muchos jóvenes oyen a su padre contarles cosas y dicen: 'mi padre es un coñazo'. A lo mejor es que tiene que ser así", argumenta.
Aburrida o no, la película sale de dentro del director, quien argumenta que "es un error en un cine personal hacer concesiones. Escribí la película de una manera automática, porque la historia de alguna manera me atravesó".
"El árbol", que participó el año pasado en la iniciativa de ayuda a productos latinoamericanos Cine en Construcción, es una historia que Serrano Azcona tenía escrita desde el año 2000 y "Reygadas siempre me animó a que la llevara adelante".
Poco a poco, "con las aportaciones de todo el equipo", incluyendo la visión plástica de Sodi -"el hallazgo número uno de la película", según el director- y la presencia musical del grupo Ginferno -que cierran la cinta con una paradójica canción de amor- "El árbol" fue creciendo.
Pero hoy, aunque lista para estrenarse y en busca de distribuidora, la película no está del todo cerrada.
"Creo que no hay que explicar todo. Si cierro mi película estoy imponiendo lo que yo pienso y quiero que el público complete la película a su manera", señala el director.
"El árbol", junto a otras doce películas latinoamericanas, aspira al galardón Horizontes, que se hará público mañana sábado y está dotado con 35.000 euros (51.000 dólares), de los cuales 10.000 euros son para el director y 20.000 para la distribución en España de la película.
El que fuera director del Festival de Cine de San Sebastián desde 1993 hasta 1994, Manuel Pérez Estremera, el director de cine uruguayo Federico Veiroj y la productora holandesa Ilse Hughan forman el jurado de la sección.
En la 57 edición del Festival de Cine de San Sebastián, la temática social de "Daniel y Ana" o "Sin nombre"; los problemas de identidad sexual de "El verano de la boyita" o "Contracorriente" y atípicas relaciones de amor como "La invención de la carne" y "Gigante", han sido los ejes sobre los que ha girado esta muestra de la temporada latinoamericana.