A 109 años de su muerte, ¿quiénes eran los espíritus con los que hablaba Francisco I. Madero?

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/ 22 febrero 2022

Este 22 de febrero se conmemora su 109 aniversario luctuoso, y más allá de sus contribuciones al país y su famoso lema ‘Sufragio efectivo, no reelección’, hay historias del originario de Parras que aún desafían los límites del escepticismo

Considerado por muchos como un héroe y un mártir, Francisco I. Madero fue un hombre lleno de contrastes, ‘El Apóstol de la Revolución’, como se le llamó después de su muerte, fue un personaje que intentó cambiar al país y en ese camino fue traicionado y asesinado el 22 de febrero de 1913. Retomado por el régimen revolucionario como un mártir, el personaje de Madero fue durante mucho tiempo una figura ‘intocable’, pero a más de un siglo de su fallecimiento, los historiadores se han encargado de retomar detalles de su vida que nos podrían parecer curiosos o extraordinarios, uno de ellos fue el espiritismo que practicaba con tanta devoción y el cual, se dice... lo llevó a iniciar una revolución.

Hay que tener en cuenta que a finales del siglo XIX y principios del XX, el espiritismo era una práctica muy popular en las clases altas, una clase a la que Madero pertenecía, incluso podríamos decir que estaba de moda hablar con los muertos. Contrario a lo que podríamos pensar, en las sesiones no se preguntaban cosas personales como ¿Cuándo moriré? ¿O con quién me casaré? En ellas se hablaba sobre filosofía, política, arte, literatura, entre otros temas de interés para personas de cierta posición.

$!Contrario a lo que podríamos pensar, en las sesiones no se preguntaban cosas personales, sino sobre arte, literatura e incluso política.

Fue en Francia cuando Madero se encontraba estudiando, que tuvo su primer acercamiento con los espíritus, ahí conoció las obras de Allan Kardec, una de las principales figuras del espiritismo, posteriormente de regresó a Coahuila, Francisco se dedicaría fervientemente al espiritismo, estaba convencido de que un espíritu le hablaba y transmitía sus recomendaciones, mismas que él escribía en uno de sus ‘Diarios Espiritistas’.

Sin embargo, pronto se dio cuenta que el espíritu que le hablaba era en realidad su hermano fallecido Raúl, quien había muerto a los cuatro años en un accidente con una lámpara de aceite. El historiador Enrique Krauze asegura que esta tragedia fue su motivo principal para involucrarse en el misticismo, al no superar la idea de no volver a ver a su hermano.

$!Muchos aseguran que los ‘espíritus’ fueron quienes llevaron a Madero hasta la presidencia.

A las recomendaciones de Raúl, después se le sumaron las de José, otro espíritu del que escribió en sus diarios, los cuales le recomendaban ser una buena persona, ayudar y ser un buen político, características que probablemente lo incentivaron para iniciar una lucha en contra de los ‘opresores’ que gobernaban el país.

José, Raúl y el propio Benito Juárez lo inspiraron a luchar por la democracia, el misticismo que tenía ‘Apóstol de la democracia’ fue un elemento trascendental para que iniciara su revolución. Sin embargo, para desgracia de él, los espíritus no veían el futuro y tampoco identificaron rápidamente a los hombres que habrían de traicionar a Madero, su muerte significó en aquellos momentos la caída de la esperanza para la mayoría del pueblo de México, un país mejor se esfumaba de las manos.

“Madero ha soltado un tigre; veamos si lo puede controlar”, fueron las palabras que dijo Porfirio Díaz cuando salió exiliado a Francia. En efecto, Madero no pudo controlar al tigre y la revolución por la que tanto había luchado, la cual terminó en traiciones y asesinatos, sus sucesores se valieron de todo tipo de artimañas para terminar en la silla presidencial y sus gobiernos no tuvieron muy buenas repercusiones para el pueblo. La Revolución Mexicana fue la gran utopía de Francisco I. Madero.

$!Esta fotografía pertenece a la exposición “Hugo Brehme y la Revolución Mexicana” que llegó al museo Franz Mayer en 2020.

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