Se vestía, se arreglaba el cabello, se maquillaba y salía luego a la calle a hacer sus cosas. Usaba zapatos de tacón alto, y al salir despertaba siempre a su marido con el taconeo
Para Don Tacho todo ha sucedido como un cuento que le ha dejado muy lindos recuerdos. Viesca es más que su casa, dice que ahí todo es tranquilidad y paz