Clase magistral en el CEM con Horacio Franco, maestro de maestros
El flautista y director musical revisó el progreso de los alumnos y maestros del Centro de Estudios Musicales y habló con VANGUARDIA sobre su carrera y ambiciones
La flauta de pico no es instrumento popular como solista y Horacio Franco está consciente de ello desde que decidió dedicar su vida a él con el objetivo de darle la relevancia que un sonido así se merece, más allá del conjunto orquestal.
El músico, quien cumplió 40 años de carrera el pasado 2018, estuvo esta semana en la ciudad como parte del Festival Internacional de Cultura Saltillo por su 442 Aniversario con dos participaciones, la primera, breve, el pasado sábado en las funciones de estreno del musical la Era del Rock y la segunda entre semana en el Centro de Estudios Musicales donde impartió una clase magistral a sus alumnos y fue allí donde VANGUARDIA tuvo oportunidad de platicar con él.
“Los niños son muy talentosos, nada más que si hay algo que tienen que dedicarse mucho en tiempo y en formas de aprender una metodología mucho más estricta en el violín, en las cuerdas sobre todo”, señaló sobre lo que observó en los estudiantes del CEM.
Franco, considerado el mejor flautista de nuestro país, a pesar de venir de una familia humilde en la que no había cultura musical, consiguió su sueño de dedicarse a la música, gracias a su constancia y disciplina.
“Es una cuestión de picar piedra y de que los apoyen sus papás para que les sigan fomentando el gusto por la música, pero son muy talentosos”, agregó, “en México lo que nos sobra es talento y lo que nos falta es metodología y a veces rigor”.
Reconoce que aunque el CEM sea un semillero y sus alumnos en muchas ocasiones solo llegan por periodos breves, lo que impide un constante aprendizaje, expresó que “de todos modos como semillero les tiene que fomentar esa educación metodológica que necesita cualquier persona”.
Concuerda con la visión de darles a niños y jóvenes una formación integral, por lo que si en un futuro deciden no perseguir una carrera dentro de la música aún así cuenten con estas habilidades, bagaje y el rigor enseñado aquí.
También expresó que aunque haya mucho talento en México “el talento es directamente proporcional a la hueva, mientras más talentosos son más huevones se vuelven, porque hace muchas falta esa exigencia”.
En cuanto a su trayectoria, como fundador de la carrera de Flauta en el Conservatorio Nacional, ha buscado formar también profesionales en este instrumento, aunque reconoce las extremas dificultades para hacer carrera como solista del mismo.
“Es el patito feo de los instrumentos y mi reto ha sido darle vida a ese patito feo, que pueda tocar todo tipo de música, barrocia, obviamente, renacentista, medieval, pero también danzones, también musicales, rock, jazz y finalmente el límite eres tú, no el instrumento”, comentó.
Su relación con la flauta comenzó a temprana edad cuando el piano llamó su atención, pero al no tener manera de estudiarlo se decantó por la flauta dulce, uno de los instrumentos más accesibles en el mercado, el cual no lo ha dejado desde entonces.
“La flauta fue el instrumento que me tocó tocar en la vida, yo nunca tuve otro instrumento más que la flauta, en la secundaria, yo quería ser pianista por una chica que lo tocaba y me inspiró a ser músico, pero en mi casa no había manera y finalmente estudié flauta dulce porque era el único instrumento a mano”, contó.
“Llegué al Conservatorio, no había flauta dulce como carrera y yo la fundé un par de años después, me fui a estudiar a Holanda y a partir de ahí me dieron una educación en la mejor escuela del mundo y ya pude hacer un bagaje cultural con mi flauta ya como yo quise”, concluyó.
(La flauta) Es el patito feo de los instrumentos y mi reto ha sido darle vida a ese patito feo, que pueda tocar todo tipo de música, barrocia, obviamente, renacentista, medieval, pero también danzones, también musicales, rock, jazz y finalmente el límite eres tú, no el instrumento”.
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