Compositor coahuilense Ricardo Acosta triunfa en Suiza y estrena su primera ópera en español

Ricardo Acosta Murguía vive desde 2016 en Suiza, un país que le ha permitido no solo pulir sus habilidades como pianista y director musical, sino también compositor. En abril pasado, el músico originario de Torreón, Coahuila, incluso llegó a estrenar su primera ópera, escrita totalmente en español y con una historia que llenó de emoción a su público.

“Llegué acá becado por el gobierno suizo, para hacer la maestría en piano y ahí empecé a hacer una subespecialidad de dirección de orquesta y composición. Yo ya había la licenciatura doble en piano y composición y acá pude continuar con esas tres facetas mías. Después hice la maestría en pedagogía musical, obtuve un trabajo como profesor de piano en el conservatorio de Bern”, compartió Acosta en entrevista con VANGUARDIA.

La ópera “El perro perdido” ahora también se puede ver en todo el mundo gracias a la grabación de la premier que se publicó en la plataforma este fin de semana. Mientras tanto, su autor espera poder traer a su país natal este proyecto realizado con la WorkshOpera Bern, que dirige, y la Sinfonietta Bern.

“Querían hacer tres óperas cortas y yo siendo el director musical de la Workshopera, me invitaron a utilizar este espacio para escribir una ópera. Acepté y fueron ocho meses de trabajo y quedé satisfecho con el resultado. También me impulsa a seguir componiendo, pero sí fueron ocho meses bastante arduos”, recordó sobre el origen de esta obra.

“Es de un señor al cual su esposa lo acaba de abandonar, está borracho y se le pierde su perro en el bosque. En lo que lo busca y en su borrachera, empieza a alucinar unos fantasmas, dos dobles de él, su ego y su miedo, que lo empiezan a torturar psicológicamente, casi hasta llevarlo a la locura. Después, en el punto más álgido se aparece su niño interior y de alguna manera exorciza a los otros dos y se acepta a sí mismo, a su niño y se van a buscar a su perro juntos”, comentó al respecto de la historia.

Musicalmente la obra es producto de su estudio del bajo cifrado, un método de composición barroca y clásica que se funde con su propio lenguaje, más moderno y disonante. Además, cuenta con una orquestación pequeña, de doce instrumentos, capaz de crear los sonidos más potentes, como una orquesta grande, y los momentos más íntimos.

Esto último fue uno de los puntos más destacados durante su temporada debut, pues músicos y público apreciaron lo conmovedor de su final —que escribió luego de que su mascota, una perrita de 18 años, falleciera— y la fuerza de su trabajo musical.

“Que una ópera, en español, que se estrene acá en Europa, es como dar la cara, como compositor de habla hispana que vive acá. Ahorita en inglés está habiendo un boom muy grande, hay unos compositores fantásticos que están creando ópera gigantes y creo que así como salí yo pudo haber salido otro compositor latino”, expresó sobre la importancia de este proyecto, “la ópera a veces se encasilla en un repertorio, que no tiene nada de malo, adoro a Wagner, a Puccini, pero también hay que mostrar que hay nuevas composiciones”.

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Aunado a esto, también debuto este fin de semana como director de la Berner Konzer Orchester; está preparando las sonatas de Beethoven para tocarlas en México y otros lugares, además de que continúa estudiando composición, ahora en el ramo de la composición. Incansable, pero organizado para no terminar abrumado, Ricardo Acosta asegura que seguirá diversificándose “para no aburrirme [...] Soy generación Dragon Ball, siempre daré el extra”.