Diálogo, gestión y perseverancia: Baja California Sur
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“La única lucha que se pierde,
es la que se abandona”
Che Guevara.
Ubicado al sur de la península noroeste de nuestro país, bañado por el mar de Cortés en el Océano Pacífico, Baja California Sur, es una de las dos entidades más jóvenes de México, constituido como Estado Libre y Soberano apenas en 1974 y con menos de ochocientos mil habitantes, en cinco municipios.
Fabiola García es quien desde Los Cabos ha establecido el enlace entre la comunidad dancísica de Baja California Sur y el Consejo Nacional de Danza, en la implementación de la Campaña de Reactivación económica del sector de la Danza ante la crisis sanitaria por COVID-19, en su percepción, la Danza en BCS ha operado de manera desarticulada, el trabajo es aislado, en gran medida porque geográficamente, al ser un estado muy largo, la distancia entre los municipios dificulta la comunicación y el trabajo conjunto, considerando además que la mayoría de las actividades, aún se encuentran centralizadas en La Paz, la capital. Y en su carácter peninsular, el estado, comparable con una isla, se mantiene a su vez en cierta forma aislado del movimiento de la Danza nacional.
Particularmente en Los Cabos, distinguido como un punto turístico, la actividad artística es difícil de visibilizar, dado que la mayor parte del presupuesto municipal se destina a ese rubro. Con apenas 36 años de haberse constituido como municipio, se encuentra en un proceso de desarrollo comenzando por la infraestructura cultural, y se apuesta por la generación de un trabajo colectivo articulado, como elemento básico para construir una comunidad dancística fuerte, la ventaja de participar en estos procesos desde el inicio, es que pueden generarse estrategias claras de estructura y abrir oportunidades con responsabilidad para que desde sus inicios, se camine con pasos sólidos.
Con las particularidades que como estado pueden tener, han afrontado la llegada de la pandemia en un espacio de contención, se han cerrado varías escuelas y academias, sin embargo, algunas más informales no dejaron de trabajar aún sin respetar protocolos de aforo y medidas sanitarias, respondiendo a sus propias necesidades y urgencias económicas. En este sentido, aún falta mucho por trabajar.
El Consejo Nacional de Danza ha provocado confrontaciones sanas entre la misma comunidad dancística, ha propiciado el diálogo y la búsqueda de la empatía. Los maestros de danza siguen presionando y buscando las herramientas par que la autoridad ejerza los recursos y respalde al gremio, de forma ordenada y segura.
Aunque no hubo respuesta del Instituto Sudcaliforniano de Cultura, dirigido por Christopher Alexter Amador Cervantes, a quien se ha enviado reiteradas veces el comunicado y la solicitud de audiencia para dialogar respecto a la situación que prevalece en el sector de la danza, de cara a la crisis económica por la pandemia actual; a nivel municipal se realizaron 2 reuniónes con Calafia Pozo, del Instituto de la Cultura y las Artes de Los Cabos, dirigido y con Rosaura Martínez, directora de vinculación, con quienes se busca trabajar en conjunto, artistas y funcionarios para impulsar que puedan mejorarse las políticas públicas del estado e incidir aún en las que dependen directamente de la federación.
Se logró el lanzamiento de un segunda convocatoria para 20 apoyos económicos de 3500 para artistas de los Cabos a partir de proyectos en línea. Se entregaron dos apoyos de crédito a la palabra por 25 mil pesos por parte del gobierno federal el pasado mes de noviembre. Se logró poner a las academias de danza en el semáforo amarillo ( antes verde) gracias a las gestiones realizadas en los Cabos y La Paz por maestras de danza , (se realizaron 3 modelos de protocolos bajo asesoría médica para este fin ). Como festival se tuvo incidencia para generar recurso para 60 artistas locales, directamente con los regidores de cultra, desde cabildo se votó para destinar un recurso para el festival de artes escénicas Pa’h la calle. Se ha gestionado con las instituciones para llevar capacitaciones que brinden herramientas a las nuevas generaciones para que puedan continuar haciendo su trabajo. Se busca servir como un vínculo en la búsqueda de espacios adecuados para el talento de la danza sudcaliforniana.
Los maestros de danza siguen presionado y buscando las herramientas para que la autoridad ejerza los recursos y respalde al gremio de forma ordenada y segura.
En la voz de Fabiola García, “es necesario, en todos los niveles, desde el nacional, ‘picar las costillas’ y llevar la plataforma para que las cosas sucedan. Apostar por el trabajo en conjunto, porque aunque la danza es para todos, no siempre es igual para todos. Hay vinclarse con la Universidad y la Iniciativa Privada. Hay qué visibilizar al arte como un contenedor emocional, trabajar, buscar cómo sí se pueden hacer las cosas, hacer comunidad, enlazarse con la comunidad, escuchar lo que necesita, e insistir.
Diálogo, gestión y perseverancia: la Danza siempre, la Danza toda”.