En opinión de Elena Poniatowska, “escribir es alejar la muerte”
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Para Elena Poniatowska, escritora mexicana y ganadora del Premio Cervantes, escribir es “alejar la muerte” y un oficio que ofrece dignidad a quien lo ejerce.
“Tengo 90 años, que ya son muchos, y escribir, en cierta manera, es alejar la muerte, es un oficio que te da una dignidad a lo largo de los años. Es una razón de vida”, dijo Poniatowska quien cumplirá 90 años el próximo 19 de mayo.
La autora de “La noche de Tlatelolco: testimonios de historia oral” (1971) asevera el amor que tiene por la literatura y el periodismo para los suscriptores de la plataforma Escríbele, un espacio en el cual las personas que quieren escribir y publicar pueden enviar preguntas sobre el quehacer literario.
Poniatowska, quien ha obtenido diversos reconocimientos como el premio Alfaguara en 2001, el Rómulo Gallegos en 2007 y el Biblioteca Breve en 2011, entre muchísimos otros, cree que la humildad es un valor muy importante para cualquier persona que escriba. “Escribir te pone en tu lugar, es una gran lección de humildad. Escribes un ‘rollo’ (algo extenso), no te das cuenta de que es espantoso y ya dices ‘dije 15 veces lo mismo’, te das cuenta de que no la hiciste. En eso sí te ayuda, yo creo que es como caminar en la calle, si das un paso en falso te azotas como chango (mono) viejo”, explica la escritora.
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Poniatowska asegura que gran parte de lo que es hoy en día es gracias a todas las personas que le asintieron que la escritora les preguntara y escucharon, debido que pasó muchos años haciendo entrevistas.
Evocó a los premiados escritores Octavio Paz, Carlos Fuentes, a la actriz María Félix, entre muchos otros, quienes, comenta, siempre le dieron tiempo “a una chaparrita (bajita) güerita (rubia) con su cuaderno y su pluma”. “Pude entrevistar como tres personas por semana y eso fue para mí una escuela extraordinaria. Se lo debo a su generosidad, paciencia y bondad, porque podrían haberme dicho ‘quítate, tengo mucho que hacer’”, añade.
También asegura que uno de los lugares en donde más aprendió fue en la penitenciaría de Lecumberri, que actualmente es la sede del Archivo General de la Nación, lugar en el cual pudo hablar con David Alfaro Siqueiros, uno de los exponentes del muralismo mexicano, y también con otros reos que tenían ganas de contar “su prodigiosa vida de mentiras o verdades”, comenta Poniatowska.
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Poniatowska nunca ha perdido su amor por el periodismo, un trabajo en el que todavía continúa, ya que todavía publicando cada domingo. “El periodismo fue una bendición”, asegura.
Con información de la Agencia EFE.
