Francisco Martín Moreno y su libro ‘AMLO, el ‘Ladrón de Esperanzas’’
Antonio M. Lugo Olea (‘AMLO’) llegó al poder con promesas de cambio que incentivaron a millones de votantes y ahora tiene el reto de no defraudarlos
Francisco Martín Moreno ha dedicado su pluma, principalmente, al pasado, pero luego de trabajar la novela histórica por años en su más reciente obra abordará el presente político del país como una advertencia sobre la pasividad de los mexicanos ante sus gobernantes.
‘Ladrón de Esperanzas’ es un texto basado en un profundo trabajo periodístico pero ambientado en escenarios mayoritariamente de ficción, en donde personajes como el candidato Antonio M. Lugo Olea (AMLO), el presidente Ernesto Pazos Narro (EPN) y el canciller “Villagaray” fungen como analogías para alertar a la nación sobre el estado actual de las cosas.
En entrevista con VANGUARDIA el autor aseguró que esta aproximación crítica al ascenso al gobierno y mandato de Andrés Manuel López Obrador —en quien obviamente se basó el texto— no ha sido vista con buenos ojos por algunos medios, los cuales cree se han autocensurado en la publicación de alguna nota respecto al libro.
“Cada vez que terminaba una novela, mandaba una carta con el libro y de las 70 que mandaba las siguientes dos semanas tenía una agenda congestionada por las entrevistas pero en esta ocasión que mandé las mismas cartas me dieron como ocho o nueve entrevistas en total y eso sí me llamó poderosamente la atención”, dijo.
Recalca que no cree que se deba a una censura sistemática por parte de la presidencia sino que en realidad se trata de una decisión particular de cada medio por temor a alguna supuesta represalia.
“Si yo escribí la novela es porque López Obrador siempre dijo que iba a respetar la libertad de expresión, y por esa razón hice la trilogía. Ahora salió la primera parte, la segunda en el 2021 y la otra en el 2023. Porque creí, se la compré, yo sí creo efectivamente que el presidente va a respetar la libertad de expresión, por eso no creo que haya estado presionando a los medios”, comentó.
Expresó que sus intenciones con esta novela fueron, entre otras, “dar una voz de alarma y decirle a mis compatriotas que el país se está deshaciendo como papel mojado, que se están tomando las decisiones contrarias a la más elemental lógica económica y que vamos gobernando, sacando políticas del bote de la basura de la historia de la doctrina económica”.
Llamó corrupto y conservador al actual presidente argumentando “porque lo estamos viendo simple y sencillamente cuando ya se entregaron cientos de miles de millones de pesos de contratos al sector privado cuando se exigía antes una licitación. Ahora ya no se hacen licitaciones, son asignaciones directas, por lo menos en la pandilla de Peña Nieto se cubrían estas formas, ahora ni siquiera. Por eso quiero denunciar todo esto”.
Remarcó que llamarlo conservador cuando el propio AMLO no se identifica como tal es debido a que esta estrategia de “sacar recetas del bote la basura”, como los precio garantía y la creación de refinerías en un contexto donde cada vez es más necesario implementar energías renovables, es afín a un conservador, que mira hacia el pasado.
En esta irreverente novela aborda desde una aproximación ficticia —puesto que no cuenta con testigos o pruebas de tales momentos— eventos como el “Pacto de la Impunidad” entre EPN y AMLO, en el que el último renunció a sus principios con tal de ganar las elecciones.
“En este ejemplo sirve muy bien el periodismo de ficción, porque en él yo cuento cómo AMLO fue a ver a Villagaray y él lo llevó con Ernesto Pazos Narro y ellos le dijeron ‘nosotros te vamos a pavimentar el camino a la presidencia de la República, pero tú te tienes que comprometer a no encarcelar a nadie de mi gobierno’”, explicó.
Una de las declaraciones que ha remarcado en las entrevistas que ha hecho es que le sorprende cómo a pesar de las decisiones que ha tomado el presidente y los resultados que provocaron su nivel de popularidad está muy alto por lo que considera que “o están mal las encuestas o el pueblo de México está mal informado o el pueblo bueno de México es un imbécil”.
Este libro encontrará en los detractores de AMLO a lectores interesados, pero ¿qué pasa con aquellos quienes tienen en buena estima al mandatario? Al respecto Francisco comentó que son un grupo muy difícil de abordar pues ya consideran al presidente como un mito.
“No quieren oír malas noticias, no quieren conocer la realidad, es una zona de confort y no quieren saber nada más. Y lo niegan. Por eso es tan difícil comunicarse con ellos, porque no aceptan otros puntos de vistas y además te insulta a la primera que no coincides con ellos, aunque les estés dando datos duros”, dijo.
“Me va a costar mucho trabajo convencerlos”, añadió, “pero el hecho de que no quieras oír malas noticias no quiere decir que no se van a producir. Pero si ya se perdieron 400 mil empleos en diciembre y no llega inversión extranjera y la nacional está paralizada y el gasto público de México es un verdadero horror pues no va a haber crecimiento económico y la frustración va a ser terrible”.
En cuanto a los periodistas que no están cuestionando estas decisiones aseguró que tendrán su representación en alguno de los futuros libros —aunque ha asegurado que serán dos más nos adelantó que por como van las cosas podrían ser tres— junto con todos los episodios actuales y futuros del gobierno de AMLO, tentativamente a publicarse en 2021 y 2023.
“Necesitamos un periodismo que no dependa del gobierno, un periodismo libre. Es el que necesitamos, no el que prostituyó con tanto éxito Enrique Peña Nieto. Yo creo que hay que replantear el periodismo a fondo y creo que ya está sucediendo tengo muchos amigos que comparten mis ideas, que son valientes y audaces que se la juegan compartiendo datos que se desconocen en la opinión pública”, dijo.
La primera edición de “Ladrón de Esperanzas”, con un tiraje de 50 mil ejemplares, ya se agotó, pero el autor comentó que junto con Alfaguara, su casa editora, ya están trabajando en la impresión de una segunda.
Concluyó expresando que espera que continúen las ofensas y críticas hacia su trabajo y persona en redes, siempre y cuando no pasen del insulto verbal. “No sé por donde va a venir la respuesta, pero me imagino que por un lado vendrá y la estoy esperando”.