Indaga Pancho López en la escena del performance del norte de México
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El artista del performance está desarrollando una investigación que lo trajo a Saltillo, donde compartió un poco de su experiencia y expuso una breve historia de esta disciplina en México
La experiencia de Pancho López en el performance abarca décadas, además de que no solo se enfoca en la producción artística, sino también en la gestión. Si bien su obra aborda temáticas personales y de la vida cotidiana, también se ha encargado de estimular a esta disciplina con muy diversos proyectos, encuentros y festivales.
Ahora, como parte de este mismo ímpetu, realiza una investigación sobre la escena del performance en los estados fronterizos del norte de México, misma que lo trajo a Saltillo. En su visita aprovechó para conocer a otros miembros de la comunidad y compartir sus experiencias, en una charla que se llevó a cabo el pasado martes en la Taberna El Cerdo de Babel.
Durante la misma platicó sobre su trabajo con la también artista Mercedes Aqui y expuso una breve historia del performance en el país —con la que abarcó más de 50 años de trabajo colectivo en el centro de México— antes de sentarse a platicar con VANGUARDIA sobre este proyecto.
“Estoy tratando de hacer una investigación, como un mapeo, del performance y el video-arte en seis estados de la frontera norte”, comentó, “tengo cierto apoyo de la Universidad Autónoma de Nuevo León, a través de la Facultad de Artes Visuales y el departamento de vinculación. La idea es sacar un libro, seis ensayos y una exposición”.
La investigación comenzó hace aproximadamente un año, contó. A lo largo de este periodo realizó poco más de 50 entrevistas virtuales con representantes de este arte en Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila, Chihuahua, Sonora y Baja California.
“A todo mundo le pregunto lo mismo, y la idea es hacer una comparación de respuestas para ver cómo se cruzan y cómo se compone una disciplina a través de las distintas formas que hay de verla”, explicó.
La cualidad efímera del performance —disciplina para algunos considerada pariente del teatro— ha llevado a que su existencia e historia dependa de los registros que se hagan de ella. A menos que se vuelva a presentar, un performance perdura tan bien como lo pueda hacer el video, la fotografía o el texto que realizó quien lo hizo o presenció.
Esta es otra de las razones por las que López está realizando este proyecto, pues considera que “no existe un registro organizado de nuestro quehacer. Al ser una actividad no deja muchas veces documentos. A veces se queda en la experiencia, en el evento y, de repente, los centros de documentación, las mediatecas tienen información pero no está catalogada”, señaló.