La escritora portuguesa da Lídia Jorge a la histórica edición virtual de la FIL de Guadalajara

Artes
/ 3 diciembre 2020

    La premiada escritora portuguesa Lídia Jorge abrió la histórica edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, que por primera vez en su historia es virtual debido a la pandemia de COVID-19.

    La literatura es una carta que los escritores envían a la lejanía, expresó este sábado la premiada narradora portuguesa Lídia Jorge al iniciar esta histórica edición de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, que por primera vez es virtual.

    La literatura es una carta que enviamos a la lejanía, lejos en el tiempo y el espacio, a veces la literatura llega a su destino, a veces recibimos noticias de regreso”, dijo la escritora al agradecer el Premio Feria Internacional del Libro de Literatura en Lenguas Romances 2020.

    Jorge, nacida en Boliqueime, Portugal, en 1946, resultó electa por el jurado del premio que se entrega cada año durante la inauguración de la FIL de Guadalajara, el mayor evento literario en español.

    El reconocimiento es por “la altura literaria con la que su obra novelística retrata el modo en que los seres individuales se enfrentan a los grandes acontecimientos de la historia”.

    En su discurso de recepción, la galardonada rememoró cuando conoció a una anciana analfabeta y tuerta que vivía en su natal Boliqueime, donde cantaba a los niños historias aprendidas en su infancia mientras tejía cordeles de palma.

    La mujer se convirtió en un “Homero femenino involuntario” en la vida de Jorge, a quien le enseñó “la capacidad de transfiguración que caracteriza a la especie humana” y cuyo deceso le inspiró que el ser humano “podría triunfar sobre la muerte”. 

    Fue un ser atravesado por el fulgor poético, aunque no tuvo la felicidad de conocer la maravilla que son los libros”, recordó.

    FESTIVAL INÉDITO

    Jorge es la trigésima escritora en recibir el galardón que antes obtuvieron escritores como el mexicano David Huerta, la uruguaya Ida Vitale, el italiano Claudio Magris, y el español Enrique Vila-Matas.

    Más de 300 personalidades entre nobeles, escritores, diplomáticos, científicos y especialistas de 38 países formarán parte del programa de la feria del libro más importante de habla hispana y la segunda en importancia en el mundo, desde este 28 de noviembre al 6 de diciembre.

    Escritores como el indobritánico Salman Rushdie, los mexicanos Ángeles Mastretta y Juan Villoro; los españoles Almudena Grandes, Arturo Pérez-Reverte y Fernando Savater; el nicaragüense Sergio Ramírez y el cubano Leonardo Padura, entre muchos otros, participarán en conferencias, diálogos y presentaciones de libros.

    La feria realiza una edición especial sin invitado de honor en 2020, un año agridulce en el que recibió el Premio Princesa de Asturias de Comunicación, pero también se trasladó a lo virtual por la pandemia de la covid-19, que lleva más de un millón de contagios y 100,000 muertos en México.

    La FIL pretende seguir siendo un espacio para la venta de títulos y abrió un “Mercado de libros” virtual que tendrá nueve millones de ejemplares disponibles de 1,045 editoriales y librerías de 24 países y contará con actividades dirigidas a los 120,000 profesionales del libro de 48 países.

    CRÍTICA AL FUTURO

    En medio de este escenario digital, la cuentista y poeta portuguesa contó que tomó al personaje de la anciana para hacer una crítica a los avances tecnológicos que obligan a “depositar nuestro poder de decisión y nuestra autonomía” en soportes.

    También advirtió de que en un futuro “lograrán extinguir nuestra capacidad para escribir metáforas e imposibilitarían el deseo de transfiguración”. 

    Ella sabría que gracias al poder de los aparatos todos estamos conectados y eso sería bueno, que no necesariamente quiere decir que estaríamos juntos, que tendríamos información, pero cada vez menos informados”, señaló. 

    Jorge opinó que ante un futuro que “augura deterioro” y que expulsa “el terreno conquistado por el poder del arte y la civilización del libro”, el salvoconducto hacia “la armonía en la civilización” serán las “artes de la palabra, el arte cuya materia es el lenguaje”.

    Anna Caballé, vocera del jurado del Premio FIL, explicó que premiaron la obra de Lídia Jorge por la originalidad y sutileza de su literatura y porque en su trayectoria “muestra especial sensibilidad hacia los problemas de la gente”.

    Ha sostenido a lo largo de los años una carrera literaria (...) una independencia de criterio y una inmensa humanidad a la hora de acercarse tanto a los temas que se tratan en su obra, sea la adolescencia, la descolonización el lugar de la mujer, la migración el papel de los sujetos en la historia, como en la presentación de los personajes que protagonizan su obra”, manifestó.

    La portavoz del jurado destacó que la narradora es considerada una de las principales autoras de Portugal por su obra poética, ensayística y teatral, y se ganó el respeto de la comunidad literaria desde su primera obra “A costa dos murmurios” (La costa de los murmullos), publicada en 1988.

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