'La literatura nos salvó', asegura el escritor argentino Pedro Mairal al presentar nuevo libro de cuentos

Artes
/ 27 julio 2020

El autor argentino presenta su nuevo libro de cuentos, ‘Breves amores eternos’ en donde asoma al lector a los amores furtivos

Divido en dos apartados, el más reciente libre del argentino Pedro Mairal, “Breves amores eternos”, tiene 23 cuentos, en los que el autor nos invita a hacer un recorrido por los diversos tipos de amor y con él VANGUARDIA conversó al respecto.

P-Como su título lo anuncia, el amor es eje de los cuentos de su libro, pero en sus relatos hay relaciones de pareja y de familia. Es decir, no solo limita la visión de 'amor eterno' a la pareja. ¿Cómo define al amor?

R-El amor para mi son demasiadas cosas en una sola palabra, es como una especia de bestia de muchas formas, pero de un solo nombre. Existen tantos amores, hay amor coyungal, el amor fraternal, el amor con los amigos, el amor por un padre, por la madre, por los hijos; el amor por el país de uno, por la gente; son muchísimas formas. A mi me interesa en particular mostrar, en 'Breves amores eternos' unos amores clandestinos, que son como una válvula de escape, de situaciones de pareja medio asfixiantes. Es decir, muchas veces son amores dentro de otros amores. Digamos amor-pasión dentro de un amor-social, un amor de convención social de estirar situaciones insostenibles y mostrar un poco la soledad que sucede a veces en la pareja. Es decir, a veces la gente está en pareja y está sola. Y esa soledad no es física, sino que es una soledad emocional. Ese tipo de amores me interesaba mostrar, cómo escapa la gente de esos amores y se embarca en aventuras clandestinas, medio peligrosas, se mete en problemas por el amor y por el deseo.

P- En historias cortas nos muestra una radiografía de situaciones cotidianas pero que muchos no describirían como amor. Hay deslealtades, infidelidades, falta de comunicación. ¿Cómo hace para que estos hilos se hilvanen dentro del espectro del amor eterno?

R-Yo diría que los amores se vuelven eternos cuando no se consuman del todo, cuando son medio imaginarios, cuando tienen este costado inconcluso digamos. Amores imposibles, amores del pasado, amores casi inventados, estramatrimoniales, entonces tienen esta especie de contradicción su brevedad los convirtió de alguna manera en eternos porque siguen quemando para siempre en la sangre, siguen para siempre funcionando y repitiéndose en loop, en el cerebro de la gente; gente que queda enganchada a esos amores.

P-¿Para qué diría que nos sirve la literatura? (Especialmente ahora, que estamos en confinamiento y que tenemos oportunidad de leer más)

R-La literatura sirve para lo que cada uno quiera y pueda ver en esa literatura. A mi me hace mucho bien escribir, me salva, siento que me justifico, que soy digno de mi vida cuando escribo, cuando no escribo es todo lo contrario: siento que no soy digno de mi vida, que no se me ordena el caos general de la vida. En cambio cuando escribo sí se me asienta un poco la ansiedad y baja el mostruo interno de alguna manera y después sí, como bien dice la pregunta, creo que en este tiempo de confinamiento se probó que la literatura, la circulación de historias; tanto en Netflix como en los libros, donde sea, en la plataforma que sea; la circulación de historias nos salvó. Nos mantiene reflexionando, estimulados, viendo un poco el mundo, viendo las distintas formas de vivir de la gente, los destinos ajenos, las tragedias ajenas, los conflictos ajenos... Creo que la literatura sirve para sentirse reflejado, para sentirse identificado, sentirse igual o diferente en esas historias, sirve para reflexionar sobre la vida de uno; y creo que en esta cuarentena fue indispensable esta circulación de historias.

P-¿Cómo describe el efecto que tienen sus cuentos en la gente?

La verdad es que no sé exactamente lo que le provocan mis cuentos a la gente, son cosas bastante diversas, creo que cuando les gustan sienten identificación con esa intimidad, sienten que asomaron de pronto a un universo, a una conciencia, a la forma de sentir de otra persona, que no necesariamente soy yo, que es un personaje que yo invento. Y de pronto acercarse a esa intimidad cerebral provoca cierta fascinación, cierto abismo y eso me gusta mucho, sobretodo hacerlo en pocas páginas, en un cuento. Eso me parece que en el mejor de los casos sucede cuando alguien lee algún cuento de 'Breves amores eternos'.

 

P-Nos cuenta un poco cómo eligió los cuentos que conforman el libro.

R-Por ahí podría dar un poco vuelta a las cosas y decir que los cuentos me eligen a mi y no tanto que yo elijo a los cuentos, por que son cuentos que me reclaman ser escritos, como voces que surgen. Esta primera persona que aparece, gente contando cosas en primera persona, hombres y mujeres, porque algunas son voces femeninas narrando algo entonces un poco esta idea de Whitman que dice “contengo multitudes”; yo creo que también contengo multitudes y a veces salen estas voces para afuera, son un poco dirigidas por mi, pero en gran medida también hablan sin que yo controle demasiado eso y empiezan a hablar cuando yo abro esa ventana, esa historia y van fluyendo solas muchas veces. Así que por eso digo que de alguna manera me eligen.

 

P- ¿Cómo lleva el confinamiento? ¿Qué lecturas está haciendo y qué nos puede recomendar?

R-Bien, el confinamiento no me resultó tan díficil hasta ahora, cuatro meses. Porque yo vivo un poco en cuarentena como escritor, estoy bastante tiempo en mi casa, pero me encantó estar mucho tiempo con mis hijos, me fascinó eso, verlos todo el día, todo el tiempo. Nunca había tenido esa oportunidad, porque van a la escuela o porque yo salgo, en cambio ahora verlos todo el tiempo me resultó como una especie de regalo, una oportunidad única.

Y sí, estuve leyendo, escuchando música, aprendiendo canciones, escribiendo canciones también, escribiendo algunas crónicas sobre el confinamiento, una salió en la Revista de la UNAM, se llama 'Los náufragos' y qué más, les recomiendo, 'El matrimonio de los peces rojos', cuentos de Guadalupe Nettel, sin duda les recomiendo eso. Después les recomiendo, David Aguilar, que busquen una canción que se llama 'Causa perdida',

COMENTARIOS

TEMAS
Selección de los editores