El fallecimiento del artista, que exploró en su trayectoria el más cálido costumbrismo hasta la abstracción expresiva, marca una gran pérdida para la comunidad artística de Coahuila
“Es un campo infinito, la plástica, el arte”, dijo a VANGUARDIA el pintor coahuilense Emilio Abugarade cuando se inauguró su exposición “Seis décadas de constante búsqueda”. Una sentencia que engloba su incesante exploración y creación y que hoy nos permite recordarlo tras su fallecimiento esta semana.
Durante más de 60 años este artista dedicó su vida al arte, en una carrera que inició bajo la guía de destacados maestros como Carmen Harlan Laroche aquí en Saltillo en 1958 y Luis Sahún e Ignacio Beteta en la Ciudad de México, gracias a los cuales pudo comenzar a afinar su pericia en las técnicas de acrílico, la acuarela, el óleo y el collage.
Su obra se dedicó en esas primeras décadas a trabajar con cálido detalle escenas costumbristas del México del Siglo 20, pero con el cambio de milenio su pincelada comenzó a recorrer otro camino. El realismo dio paso a la abstracción, convirtiendo las composiciones convencionales en complejas y expresivas obras de gran formato, en las que el volumen y el color invitan al espectador a perderse entre las formas, las texturas y la profundidad.
Este contraste quedó plasmado en la exposición antes mencionada, que estuvo abierta el público durante la primavera del 2019 en el Centro Cultural Vito Alessio (CECUVAR), parte a su vez de una tradición de mostrar su obra cada lustro.
Abugarade fue también un exigente maestro y compartió conocimiento con varias generaciones de artistas coahuilenses en la Escuela de Artes Plásticas “Prof. Rubén Herrera” de la UAdeC. Además, obtuvo medalla de bronce en el Premio Firenze de Florencia, Italia, en 2003 y mención honorífica en la Sezione Pittura della XVI Edizione del “Premio Firenze” en Florencia, Italia en 1998.
Recuerdan al maestro Abugarade
Con su partida el gremio artístico coahuilense está de luto, y algunos colegas, amigos y artistas compartieron con este medio un mensaje para despedir a este destacado e inquieto creador.
“El maestro Emilio Abugarade trazó cálidas escenas realistas del costumbrismo nacional y dominó diversas técnicas, se notaba el amor que le tenía al oficio del pintor y a su obra misma. En su última etapa evolucionó su temática con abstractos muy equilibrados tanto en composición como en color. Descanse en Paz”, dijo el artista Américo Pugliese Murguía.
“Es motivo de tristeza sincera haberme enterado de su fallecimiento. Fue un hombre realmente admirable desde muchos puntos de vista, un artista plástico dedicado con muy profesionalismo a su labor y que se mantuvo ajeno a cualquier debate o grilla de tipo cultural, pero que siempre tenía que aportar y nociones acerca de cómo acercar las expresiones distintas disciplinas a la gente. Un hombre con una técnica muy depurada, con un conocimiento de la historia de la pintura muy destacado y una persona finísima, siempre atendiéndote y dispuesto a brindarte su atención de manera cálida y respetuosa. Coahuila pierde a uno de sus emblemas en el campo de las artes, de la cultura y de la creatividad, que en paz descanse y un fuerte y solidario abrazo a su familia”, mencionó el editor y poeta Valdemar Ayala.
Los hermanos y artistas Adriana y Alejandro Cerecero lo recordaron como parte de un grupo de artistas muy activos en la década de los 70’s, donde también estuvo integrado su padre, don Eloy Cerecero Sandoval, y al que pertenecieron creadores como Bárbara Rico, Laura Sáchez y la propia Carmen Laroche.
“Como creador visual, Emilio dedicó su vida al arte. Fue un maestro de la correcta composición y dominó con soltura la transparencia y el equilibrio en su entrañable obra. En una de las últimas etapas de su vida incursionó brevemente en el arte abstracto cuando lo suyo fue siempre el realismo. Y a él volvió. Estaba preparando una exposición individual para el Centro Cultural Vito Alessio Robles. Como persona fue un ser humano completo, de conducta intachable, querido por todos y dedicado con pasión a su labor productiva, a su familia y a su comunidad”, expresó Esperanza Dávila Sota, directora del CECUVAR.
“Muy consternado al enterarme de su fallecimiento. Un hombre de familia, un gran pintor representativo de nuestra comunidad. Excelente dibujante, pintó al óleo donde más se desempeñó y la acuarela también. Su obra estuvo centrada en la figura humana y en lo costumbrista, Abugarade realizo metódicamente su obra partiendo de los cánones clásicos y se mantuvo fiel a su verdad pictórica. Un apasionado del arte diría yo. Le vamos a extrañar, descanse en paz”, compartió el artista Marco Gómez Saucedo.