Ruby Gámez, Premio Nacional de Danza Contemporánea 2020, se prepara para danzar con Julio Galán
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Con 37 años de trayectoria Ruby Gámez ha destacado tanto como coreógrafo como en el ámbito educativo y con apoyo del Fonca está a unos meses de comenzar el montaje de una obra basada en el pintor coahuilense
Ruby Gámez toma sus referencias del cine, la moda y las artes visuales. Sus coreografías, cuando no se basan en la música, desarrollan conceptos y símbolos hasta alejarlos de su forma más básica pues si de algo rehuye es de seguir las tendencias.
Esta capacidad creativa, aunada a su vocación educativa, y con 37 años de trayectoria respaldándolo, se convirtió en el ganador Premio Nacional de Danza Contemporánea José Limón 2020, el cual ha sido otorgado a otras grandes figuras de la danza en México como Raúl Flores Canelo y Guillermina Bravo, entre muchos otros.
El coreógrafo originario de Monterrey, Nuevo Léon, platicó con VANGUARDIA y nos contó que está agradecido de haber sido galardonado de esta manera, nos explicó un poco de su proceso creativo y adelantó detalles sobre su próxima obra, inspirada en el pintor coahuilense Julio Galán.
Procesos flexibles
El bailarín y docente expresó que la inspiración puede llegarle de muchas fuentes, en ocasiones de eventos cruciales que “nos marcan la vida cotidiana” pero también de la música, el cine, la moda y las artes plásticas “porque al principio me quería dedicar a las artes plásticas y a la publicidad como una carrera universitaria”.
“Muchas veces sale de ahí, de la pintura”, comentó, “por ejemplo he hecho obras con base en Magritte; hice una referente a Andy Warhol que me gusta muchísimo: me pregunté cómo hubiera hecho Warhol una obra de danza, cómo le hubiera gustado verse a él, entonces hice como una especie de musical, no era la danza contemporánea que conocemos, con la tragedia y el dolor, era como un chiste, una comedia, incluso su propia muerte”.
De manera similar reconoció que tampoco tiene un método de trabajo estructurado o rígido y los montajes de sus obras cambian de una ocasión a otra.
“Yo a veces ni les digo a los bailarines de qué trata, porque me gusta que ellos lean lo que están haciendo con el cuerpo y a veces empiezo por el final y a veces empiezo por el medio y luego agrego el final, siempre es incierto pero lo tengo claro conforme el proceso va avanzando”, expresó.
Inspiraciones
Al ahondar sobre sus referentes destacó al cine y a la moda, así como su interés por proyectar en su trabajo símbolos, códigos y señales implícitas, que despierten cosas en el espectador sin estar plasmadas de manera obvia sobre el escenario.
“Cuando la danza contemporánea pretende ser muy descriptiva es cuando la gente no la entiende, y cuando es en el nivel posmoderno, conceptual, no es que la gente no esté preparada para ver eso, simplemente es la lectura que se le va a dar”, señaló.
En el caso de la moda reconoce que muchas personas pueden considerarla una cuestión frívola, además del debate interno sobre si arte o no, pero él sí lo considera de esta manera.
“Cuando yo veo las pasarelas de Gucci, o de Alexander Mcqueen o de Tom Brown ves que no es solo la cuestión de la moda, sino de todo lo que ellos montan alrededor”, comentó, “por ejemplo de Alexander Mcqueen, ves la ropa que él hacía y los montajes de los desfiles y ves que él abre portales. Tiene una conexión ahí con lo más profundo del ser humano y ves cómo va abriendo los portales pero no los cierra. Es una cuestión muy interesante de ver”.
En estos momentos, debido a la contingencia, su trabajo en la Escuela Municipal de Danza Contemporánea de Torreón —ciudad en donde colaboró por años con Jaime Hinojosa en la compañía Mezquite Danza Contemporánea— ha quedado relegado al ámbito virtual, pero en su afán de trabajar tangencialmente al resto ha encontrado maneras de adaptar sus clases.
“Lo que he visto en redes son como una especie de entrenamiento, pero aquí tenemos la responsabilidad de hacer que avancen. He cambiado mi forma de enseñar para que los chicos aprendan otras cosas”, comentó el coreógrafo.
Gámez y Galán
A finales de este año el coreógrafo espera comenzar el montaje de una obra basada en la obra de Julio Galán “Me quiero morir” con la compañía de danza contemporánea Teoría de Gravedad, en un proyecto beneficiario del estímulo a coinversiones del Fonca.
Esta obra tomará, dice, elementos y símbolos del neomexicanismo y compartió con nosotros una escena que dará una idea de cómo será parte del producto final.
“Hay una celebración y una piñata en forma de corazón, la gente esta celebrando, hay música prehispánica de los sacrificios de los aztecas, mientras Julio Galán, está dando tumbos por todos lados”, contó y reafirmó su perspectiva de llevar los conceptos más allá de su primera o más básica iteración: “Hay algo implícito que en mi cabeza puede estar claro pero para el público no, pero si yo digo pues nomas sacamos una pistola y le damos un balazo, pues la gente va a entender, pero no es el caso, porque entonces tu trabajo como artista hasta ahí va a llegar. Hay muchas referencias y no quedarse con lo primero que uno piensa”.
Entre risas comentó que la obra de Galán le atrajo porque “yo me quiero morir” y señaló que es un sentimiento que todos hemos tenido aunque en especial en estos momentos. “No sabemos hacia dónde va a parar esto, hay demasiada incertidumbre, somos presa de nuestro propio miedo”, expresó.
“Me llama la atención de Julio Galán su locura, sobre todo porque pertenecemos a una misma generación aunque es unos años mayor que yo, y yo una vez tuve un contacto con él, hablamos unos cinco minutos pero fue el único momento y ese momento también lo voy a aprovechar. Yo voy a ser Julio Galán y voy a poner a otro bailarín a bailar como si fuera yo”, comentó.
Por todo esto es que cuando le preguntamos si la contingencia sanitaria, la cuarentena o la pandemia de COVID-19 lo han inspirado para crear algo al respecto declaró que si lo hace no será como los demás.
“No soy mucho de ir hacia donde van todos. La pandemia obviamente está abriendo nuevos caminos, como lo virtual, pero la danza no se puede sustituir”, concluyó, “sí creo que habrá mucha obra referente al coronavirus, ya veo harto humo en el escenario, los bailarines con cubrebocas. Es algo que será inevitable, yo intentaría más cosas con el simbolismo, con mensajes, tenemos obras maravillosas en el cine que nos han hecho referente a esto, ‘1984’, ‘Cuando el destino nos alcance’ y ‘Logan’s Run’, que recomiendo mucho”.
La ceremonia de premiación se llevará a cabo en la ciudad de Culiacán, Sinaloa, en cuanto las medidas sanitarias lo permitan.