Unión, sincronía y objetivo en común: Durango

Artes
/ 22 octubre 2020

“Juntarse es el principio; mantenerse juntos, el progreso, trabajar juntos es el éxito” Henry Ford

Volteando la mirada hacia el noreste del país, en este recorrido por los diferentes estados de la república, para conocer la situación que prevalece durante la campaña de reactivación económica de la danza, emprendida desde el Consejo Nacional de Danza, encontramos en Durango uno de los estados de mayor actividad conjunta.

Partiendo de una realidad común, en la que la carencia de profesionalización ha provocado que la mayoría de los agentes de la danza duranguense, enfoquen en otras profesiones alternas su actividad económica principal, dejando para su tiempo libre el ejercicio de su pasión por la danza. Apenas el 20% de los maestros se dedican a esta disciplina como su actividad única, la mayoría de ellos contratados por casas de la cultura o por el Instituto de Cultura del Estado de Durango. Esta situación aminoró el impacto de la crisis económica provocada por el COVID-19, y limitó sus efectos, principalmente sobre los directores de grupos y academias que cubrían rentas de locales y pago de servicios con los ingresos del alumnado que asistía a clases presenciales.

Como en otros estados, esta campaña detonó la integración y participación de la comunidad dancística en Durango, que además venía ya arrastrando otras inconformidades ante la falta de una coordinación o dirección de danza que de manera exhaustiva atienda las necesidades reales de este gremio; por ejemplo en el diseño de convocatorias que no restrinjan ni segmenten la participación, sino que surjan de un análisis de la realidad de este sector y que brinden oportunidades equitativas para diferentes géneros,  asegurando la justa repartición de los recursos.

Esta movilización de la comunidad, con Reyna Campillo, Carlos Terrazas y Javier Pérez como enlaces ante el Consejo Nacional de Danza, ha permitido varios acercamientos con la directora del ICED, Socorro Soto Alanís, quien a su vez nombró a Josefina Uroño, directora del Centro del Conocimiento y las Artes  como interlocutora entre la institución y la comunidad de la Danza en Durango. Esto ha permitido una mejor difusión de los programas y convocatorias que emite el instituto y una mayor comunicación, reflejada en un mayor número de beneficiarios.

Adicionalmente, se ha logrado establecer contacto con la región laguna, a través de Saúl Rodríguez como enlace, integrándole al grupo de agentes de la danza que se conocen y dialogan de manera permanente a través del grupo creado para este fin.

Otro de los logros que obedece a una necesidad imperante, es el diseño e implementación conjunta entre ICED y CND de un censo de la danza en el estado, que permita registrar la población total a la cual debe atenderse para conocer sus características y necesidades. Con base en ello, podrá ejecutarse el programa de espacios solidarios, aperturando espacios administrados por las instancias culturales para ensayos de grupos y academias que perdieron sus locales en renta; de igual forma, podrán distribuirse de mejor manera los apoyos que se han gestionado hasta el momento, consistentes en 40 kits de desinfección para academias.

El trabajo en equipo ha permitido que algunos integrantes del CND sumen más logros para la danza en Durango: Adria Herrera se ha constituido como enlace con la CANACO, buscando facilidades para integrar a la danza al sector comercial, comenzar a estructurarnos como empresas culturales y crear el sello de empresas culturalmente responsables. Juan Manuel Valdez y Erika Alvarado lograron ingresar como secretario y vocal de la contraloría respectivamente. Mónica Ríos, se encuentra trabajando la gestión desde los diferentes municipios respecto al registro ante la Secretaría de Hacienda, y estableciendo comunicación con Protección Civil para efectos de capacitación.

El reto para el Consejo Nacional de Danza en Durango ante lo que se avecina en la próxima etapa Pos-COVID, es conservar la unión, y no perder el espíritu por el cual se han reunido, seguir sumando agentes y grupos y consolidar la representatividad ante las instancias, colaborar con ellas en la creación de las convocatorias y crear reglas de operación para los procesos implementados, así como acercarse a otros municipios para integrarlos en este trabajo conjunto.

Finalmente, en palabras de Reyna Campillo: “el éxito de las acciones del CND en Durango estriba en la unión de un conjunto, la unión del gremio, todos en una misma sincronía y direccionalidad, en pro de la danza”. Carlos Terrazas concluye: “todos tenemos un objetivo común: crecer dentro del arte, trabajar en pro del arte y no en un beneficio personal… el gobierno sólo no puede, pero nosotros solos tampoco, somos un ente eminentemente social, no político, que se abre a todos los espacios de la danza, buscando ser representatividad y llevar a las instancias las políticas culturales correctas, equitativas… combatir  el cacicazgo… no venimos a pedir, venimos a sumar”.

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