BRICS abre nuevas perspectivas para la moda mundial
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La alianza despunta como una plataforma activa para la promoción y la interacción de las industrias de la moda de sus países miembros y socios
La economía mundial está revuelta y las guerras arancelarias añaden imprevisibilidad al panorama del futuro. En este contexto, las alianzas alternativas al G7, como la alianza BRICS, independiente y en dinámico desarrollo, cobran cada vez más importancia. Entre otras cosas, esta alianza se ha convertido en una plataforma activa para la promoción y la interacción de las industrias de la moda de sus países miembros y socios, lo que quedó claramente demostrado en la Semana de la Moda de Moscú.
BRICS —acrónimo de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica— reúne hoy a 10 estados. En los dos últimos años, se han unido a los miembros principales de la alianza los EAU, Irán, Etiopía, Egipto e Indonesia. Además, la alianza cuenta con varios países asociados. Los indicadores financieros de los BRICS hacen que se le considere el actor más potente del escenario económico global. En 2018, los países BRICS superaron a los países del G7 en términos de producto interior bruto (PIB) total mundial en paridad de poder adquisitivo (PPA). Para 2024, la diferencia se había ampliado aún más, y los países BRICS representan ahora un total del 35 por ciento del PIB mundial, frente al 30 por ciento de los países del G7.
Según los datos del año 2024, los países BRICS lideran el mundo en la industria textil y ligera. En 2023, las exportaciones totales de estos países en este campo alcanzaron los 357 mil millones de dólares, lo que supone alrededor del 25 por ciento de las exportaciones mundiales. La industria textil y ligera de los países BRICS cuenta con unos 85 millones de empleados. Las industrias de la moda de regiones como China, Rusia, India e Indonesia han recibido un fuerte impulso y están creciendo a un ritmo sin precedentes.
Una comunidad internacional tan influyente necesitaba una plataforma digna de cooperación acorde, y esa ha sido la Semana de la Moda de Moscú, celebrada en la capital rusa. Este gran centro para diseñadores de los países BRICS y otras regiones en desarrollo, presentó esta primavera en sus pasarelas coloridas marcas de Pekín, Bombay y Yakarta. También han brillado en Moscú diseñadores de Sudáfrica, Turquía, Armenia, Tayikistán y, por supuesto, participantes rusos. Todos ellos valoran muy positivamente la oportunidad, gracias a la Semana de la Moda de Moscú, de entrar rápidamente en nuevos mercados y hacerse visibles a escala mundial.
”Decidí participar en la Semana de la Moda de Moscú porque es una oportunidad de oro para presentar Reborn 29 al mercado ruso y ampliar nuestro alcance internacional. Me gustaría mostrar la identidad cultural de Indonesia a través de diseños que combinan técnicas tradicionales, como el tejido Badui y la manipulación sostenible de tejidos. Además, esta participación puede crear oportunidades para que la industria de la moda de Indonesia gane reconocimiento en Rusia y Europa del Este, fomentando colaboraciones con compradores, distribuidores y minoristas locales”, señaló el diseñador Syukriah Rusydi, de la marca indonesia Reborn 29.
La demostración de los códigos culturales, la reinterpretación de los trajes tradicionales y la revitalización de técnicas artesanales a través del prisma de las tendencias modernas se convirtieron, de hecho, en el motivo principal de muchas colecciones en la Semana de la Moda de Moscú. Esto refleja el creciente interés por la identidad local de los países y el alejamiento de la tendencia a la globalización.
Los diseñadores indios del desfile CoEK—Khadi India mostraron en Moscú tejidos Khadi únicos, dedicados a preservar y elevar el rico patrimonio textil de la India. La marca armenia Loom Weaving utiliza formas nacionales, técnicas de punto distintivas y combinaciones de colores en sus elegantes prendas de punto.
El diseñador ruso Sergey Sysoev presentó una colección homenaje a la antigua artesanía de la pintura en madera y el vestido nacional sarafán. La marca Les Nom fabricó tejidos a mano en telares del siglo pasado, mientras que la marca moscovita Solangel hizo hincapié en la combinación del estilo de noche con motivos tradicionales rusos.
Las marcas de moda de Estados Unidos y España que también ven grandes perspectivas en los mercados de las regiones en desarrollo, también participaron en la Semana de la Moda de Moscú.
El diseñador español Miguel Llopis, que presentó su colección en Moscú, está convencido: “La participación en eventos de alto nivel como la Semana de la Moda de Moscú mejorará la visibilidad de la marca y mostrará nuestra colección a un público amplio, incluidos expertos del sector y periodistas internacionales”.
Y la participante estadounidense Pia Lindsay cree que el intercambio intercultural es esencial en las marcas de moda, ya que muestra diversidad, crecimiento y conocimiento: “Cuando presenté mi colección en la Semana de la Moda de Moscú, mi principal objetivo era crear un punto de conexión para todas las culturas. La mezcla de diferentes culturas y tradiciones, ayuda a alumbrar y enriquecer la sociedad. Este intercambio fomenta la creatividad, amplía las perspectivas y favorece la fusión de influencias globales”, afirma la diseñadora de Nueva York.